Saelices del Payuelo - Leon

- "Si la mujer dice que te tires desde el balcón, procura que esté bajo".
La frase, que tanto le gustaba al Sr. Nazario, no la inventó él, pero siempre le reconoceremos su empeño por divulgar la sabiduría.

El hombre tenía talento.
En cierta ocasión, allá por los años 50, una tarde le apeteció tomar un chato en la taberna y, al salir de casa, la Sra. Pascuala le sugirió que ”volviera entre dos luces”. Se entiende que "entre dos luces" viene a ser ese momento del atardecer en el que resulta difícil saber si es más luminoso el resplandor del crepúsculo o el alumbrado de una bombilla de 15.
Aquella tarde de taberna se prolongó hasta entrado ya el día siguiente, pero el Sr. Nazario cumplió al dedillo con el deseo de su señora. Le pidió dos velas al cantinero (que era el Sr. Lázaro) y, al llegar a casa, llamó a la puerta con las dos velas resplandeciendo a la altura de los hombros. Al abrir la puerta, la Sra. Pascuala no pudo menos de frotarse los ojos ante semejante visión. Enmudeció durante unos días; su marido había vuelto "entre dos luces", según lo acordado. ¿Qué más se podía pedir?.
- "Aquí estoy de vuelta", comentó el Sr. Nazario.
Subió el escalón de la entrada con toda dignidad. Aunque la historia hable de un buen rato en el bar, la verdad es que el Sr. Nazario nunca se pasó ni un pueblo por tomar un chato.
Ésa era, precisamente, otra de sus máximas:
– "Si llegas tarde a casa, concéntrate, sobre todo, en salvar el escalón o escalones".

Ja, ja, ja... mi lógica pensaba que "entre dos luces" iba a ser por ver doble el buen hombre. Quién lo vería parecería el día de Jueves Santo...

Allá va el segundo fascículo de la lógica aplastante.
La propiedad intelectual de esta entrega le pertenece a Julio.

Esto ocurrió hace unos 4 años. En la conversación se trataba de encontrar el mejor sistema de cómo pelar patatas para todo un regimiento. O sea: un montón de unas 4.000 patatas.

Ganó él.
La solución es ir pelando siempre la mayor que se encuentre a la vista. Claro …, cada vez que se pela una patata hay que pasar la mano por encima del montón, pues, de esa forma, siempre asoma la cabeza alguna de las gordas.

Buen sistema. Y hasta con guinda:
- “Si pelas la patata más gorda –decía él-, siempre te quedará el consuelo de que, la siguiente, será la mayor de las que faltan”.

Yo había apostado por pelar la más cercana e ir arrimando la silla p’al montón. ¡Qué tonto!.

Ganó él, es evidente.

En mi casa, oí tantísimas veces el dicho del Sr. Nazario "entre dos velas" como el de su afición a "sus particulares novelas de caballería" que no eran otras, sino las famosa NOVELAS DEL OESTE de escasa páginas y papel amarillento.Cuéntase... que su afición era tal, como la de Don Quijote a las anteriormente citadas(pero con la cabeza en tierra) y Dña. Pascuala, con su "particular carácter",le reprendía sin darse por vencida y le quemaba todas las que encontraba cuando ya se daba por rendida ante sus advertencias.
En respuesta, el protagonista de estas historias, le preguntaba cúantas le había quemado y ella le contestaba el número x, el Sr. Nazario lo multiplicaba por 2 e iba a Mansilla prestamente, a provisionarse de tal número.Otra partida ganada y una pareja de gran simpatía y particularidad.Hay estupendos ejemplares de la raza ¡vaya que sí¡
Snoopy, otro día contamos alguna del Sr. Lucio, que no se quedaba corto en su "genial bondad".Besitos

Me habéis envuelto en patatas y con la puñetera vitrocerámica he perdido el "toque" para hacer las sabrosonas tortillas de patatas que solía. Snoopy me engañó un día: me invitó a su casa (yo suponía que a cenar) y lo que me esperaba era un superplato de patatas ya picadas y huevos ya batidos para que yo continuara yo la faena.

¡Menuda invitación!

Por cierto, Nisma, he estado técnicamente desinternetao.

Lo suponía J.P.¿Andarías por el pueblín con algún que otro "moscoso"?Me alegro,pero dime,¿todavía te extrañas de las fechorías de Snoopy a estas alturas? ¡anda ya¡, ¡vaya dos patas para un banco¡Besitos.

He aquí la tercera entrega de la serie ”lógica aplastante”. Este fascículo lo encontré en “Ediciones Jesús”.

El hecho ocurrió hace unos 6 años. Animada conversación sobre morrillos a la hora del café en el “bar Isidro”.

Decía Jesús que estos morrillos labrados que aparecen por el campo salían ahora a la superficie porque
-- ”los arados de los tractores profundizan mucho en las tierras”
y que antaño se habían perdido de vista porque
-- ”se van hundiendo con el transcurso de los años”.

Yo no asumí la hipótesis, me pareció algo peregrina.
Menos mal que no cometí la imprudencia de negar esa teoría.
Pensaba que la hipótesis era errónea por el simple hecho de que los sólidos no se mueven y porque, al haber erosión en la superficie, lo lógico es que los morrillos permanezcan a la vista.

Pero ahora me doy cuenta de que tiene razón Chus.
Los morrillos tienen una densidad aproximada de 2’5 y por lo tanto han de ir hundiéndose en la arcilla, sobre todo cuando está muy húmeda.

Luego, si en 10 ó 12 años se han encontrado una veintena de herramientas-morrillo, imaginad cuántas habrá enterradas.

Y para otra semana …, otro fascículo gratis.

Editado ya el cuarto fascículo de la serie “lógica aplastante”. Este fascículo se redactó en casa.

Trata de la mejor manera hasta ahora conocida de enfrentarse a un montón de cacharros que esperan en el fregadero. Por ejemplo, 81 cacharros.
El método a aplicar es lógico.

Una vez que el paciente se conciencia de lo que espera, lo primero es buscar un balde grande.
Se lo pone al lado del fregadero y se empieza ya a fregar el montón.

Fase 1.
Se empieza a fregar por lo fácil; por ejemplo, una cucharilla, ¿no?. Y en cuanto está fregada se meten otras 2 sin fregar p’al balde. Luego, por ejemplo, un vaso. Se friega, y se meten 2 sucios p’al balde. Y así sucesivamente hasta llegar a los cacharros que no son múltiplos de 3, que serán sartenes, perolas, el colador, …etc.
De éstos se friega el más fácil y los dos más difíciles se meten en el balde.
En cuanto se ha fregado 1/3 de los cacharros (que en este caso son 27) el fregadero quedará vacío; la labor puede darse por terminada.

El balde, que contiene los otros 54 cacharros pendientes de fregar, se esconde bien escondido debajo de la escalera. Ha llegado el momento de fumar un pitillo y relajarse.

(El fascículo 4, continuará …).

Ya veo la escena: con la espuma del lavavajillas vas haciendo anotaciones con el dedo en las baldosas de la pared, por un lado el debe y por otro el haber. Hasta aquí, bien.

El problema es que cuando has terminado el pitillo, la espuma se ha volatilizado y todas las cuentas al carajo: ala, a comenzar de nuevo. Con el cabreo, se te olvida dónde dejaste el balde.

Consecuencia: en poco tiempo, te quedas sin vajilla.

Mejora el método o terminarás bebiendo la leche a morro del cachobrick.

Uy, huy, uy ...: patinas, JotaPé; ya verás qué fregadines quedan.

No me daba cuenta que friegas por fascículos.
Perdona la intromisión antes del final de la entrega.

Continuación del fascículo nº 4.

El friegue será un éxito siempre y cuando no se tropiece en el escalón de la fase 2.

Fase 2.
A medio pitillo, y relajándose uno con el programa de los bichos (que hoy va de guepardos), ha de haber visita. Acostumbra a haberla, porque quienes descansan en el portal suelen detectar que, de repente, se ha producido un cese de actividad en el fregadero.
Aquí está la visita:
Alguien entra por un vaso de agua y dice:
- “¡Andá! …, qué pronto los fregaste”.
- “Sí, los otros ya están secos”, se contesta.
Le mira a uno con cierta incredulidad y vuelve p’al portal.
- “¿Secos?”, me pregunto a mí mismo.
- “¡Sí, sí,! …, más que secos …, resecos.
La fase 2 ha funcionado, así que se continúa mirando los guepardos y se fuma otro pitillo tranquilamente; ya no hay prisas.

Fase 3.
Por fin, se vuelve por el balde de los 54 cacharros resecos y se van volcando, con estrépito (muy importante este detalle), en el fregadero. Quienes descansan en el portal se despiertan de súbito con el fragor de la batalla.
- “En la cocina hay algún herido, sin duda”, piensan.
La primera en acudir a la carrera suele ser la hermana, quien espera encontrar aún vivo a su hermano. Ahora hay que decir lo siguiente:
- “Bueno, voy a terminar de fregar, porque quería dar viento a la bici”.
- “¿Tienes que arreglar la bici?. ¿Y cómo no lo dijiste?. Pues anda, vete, que éstos los friego yo”.

Se coge el sombrero y la bici, bien preparada de esta mañana, y se va uno p’a la laguna Sentiz a que el viento le atuse el cutis.
Es menester regresar a casa con un manojillo de heno para la estupenda hermana.

Y colorín, colorado, fascículo 4 terminado.

Chucho: me recuerdas al estudiante que gasta más tiempo y energías en hacer chuletas que en preparar los exámenes convencionalmente.

¿Por qué no contaste desde el principio que lo que pretendías de verdad era regalar una escoba de heno a tu hermana para que te barriera la casa?

Mira,Snoopy, eres SENCILLAMENTE GENIAL "me meldo de diza" y a este dicho le sacamos mucha "miga" en la escuela;allá por las juventudes, cuando cantábamos el CARA AL SOL con Don Joaquín y la Señorita Amor.Que Dios conserve a su "voescencia" tan escrupuloso sentido del humor(porque es que encima, vas y lo ríes con gana para coronar eso; TUS GENIALIDADES.Felices sueños y\o breve noche si se tercia, que es demasiado fresca.

Por lo que yo recuerdo, fue D. Daniel -no D. Joaquín- quien nos enseñó todas aquellas canciones patrióticas: Cara al sol, Montañas nevadas, Prietas las filas,....

Las cantábamos en fila, frente a la bandera, generalmente al entrar en clase después del recreo de la mañana.

¡Y yo que sé J.P.¡ Pues sería Don Daniel el de la iniciativa y Don Joaquín "un seguidor" lo que sé muy seguro, es que La Sita Amor nos traía TIESAS y ¡menudos golpes contra la pizarra¡ que se llevaron alumnas nada tontas(así que ni te cuento las que eran algo durillas las pobres);yo veía en mi mente infantil saltar los sesos en pedacitos.Era un temor abominable el que la teníamos ¡menudo carácter "la Seño"¡ Descanse en Paz, porque ella nos dio poca. ¡Qué lástima¡ que se pase siempre al extremo opuesto, con lo bien que estaríamos en el medio.
Que conste, que como todo era pecado, no hacían más que evitar tentaciones y nos privaron hasta de la satisfacción de hacernos una idea de lo que ocurría en la clase de al lado(la de los chicos en este caso);"EL MURO ERA INFRANQUEABLE"pero(pese a tantos inconvenientes) nos sirvió para algo estupendo:respetarnos y querernos, como lo hacemos ahora.Si que había pequeñas anécdotas que salían a la luz.Ej:la de alguien cuando le preguntaron en la escuela de los chicos ¿Quién son los tres Reyes Magos? pues... Melchor, Restar y Crispín,o en la de las chicas ¿En qué llevaron al Niño Jesús a bautizar? y después de diversas opiniones, una bien tranquilorra dijo:pues... en un 600 ( que en los tiempos que corrían, era todo un lujazo).Besitos.

Aquí está ya el 5º fascículo de la serie. Apareció en el baúl.

Trata de cómo se las apañó Esteban 'Zafra' para acabar con el año 1.962.
Aclaremos una cosa: acabó con el año 1.962 en Sahelices, pero, en el resto del mundo, con Villamondrín incluido; el año continuó rodando 20 días más.

Recuerdo que aquel año fue muy frío; en cuanto a la cosecha que hubo o dejó de haber, no tengo idea.
La cuestión es que, ya a buenas horas, había tertulia en el antiguo bar Polledo; eran las fechas de la Inmaculada. Se quejaban de lo fatal que se había comportado ese año con la humanidad. Y dijo Esteban:
- Pues si hay una cuartilla a escote, con el año acabo yo en un pispás.

¡La que lió ...!. Todos pendientes de cuál sería el secreto para acabar con el año.

- Lázaro: 'trai p'acá' la pantalla .
En aquel tiempo, en Sahelices llamaban pantalla al calendario, que solía ser de la Sagrada Familia.

Esteban se esmeró en hacer el calendario en trocines, cual si de una buena tapa se tratare. Pidió permiso para desechar la varilla y las grapas, que resultan algo indigestas.
Y, poco a poco, pim-pam, pim-pam, pim-pam ... , engulló el año al completo.
Buen provecho.

Dijo que la pantalla en sí (que es parte coloreada), tenía un cierto regusto a tinta.

Y, a partir de esa noche, en Sahelices a contar por los dedos los días que faltaban del año.

Otro fascículo. El sexto.
Es un extracto de lo que cuentan en la Biblia.

El Pisuerga no pasa por Valladolid. ¡Cá!..., y veamos el porqué.

Según cuenta el Génesis, las aguas se crearon en el 2º día y los peces en el 5º. Los mamíferos, con el hombre incluido, se hicieron al 6º día.
Luego quiere esto decir que el Pisuerga existía mucho antes que Valladolid. Es decir: fue el hombre barbudo el que se asentó al lado del Pisuerga p'a pescar barbos, y, cuando los homínidos llegaron a ser como una docena, pusieron nombre al pueblo.
Lógico.

Puede deducirse, por ende, que el Pisuerga no pasa por Valladolid, sino que Valladolid está en un recodo del Pisuerga.

Sea como sea, Esteban no se tragará el Pisuerga. Sus aguas son indigestas. Ni acompañadas de Prieto Picudo.

Aquí está ya el séptimo fascículo de la serie.

Esperad un poco ...:
- ¿He dicho "séptimo"?.
- ¡Ah ...!: pues entonces 'm'he precipitao'....

Al séptimo día se descansa, es menester.
Perdón por el lapsus.

Buenos dias Snoopy y todos los foreros de Sahelices.Tengo que deciros que el dia 7 pasé muy cerquita de vuestro pueblo(carretera Mansilla-Cistierna)Que me acordé de vosotros y casi me paro pero luego pensé:Las 4 de la tarde,un sol de justicia¿que hago?¿como me presento y pregunto?Hola buenas tardes soy pulgoso y busco a Snoopy¿os imaginais la cara de la persona que me escucha si no sabe de que va el tema? Desistí,os mandé saludos,os deseé buena suerte a todos mentalmente y seguí porque solo tenia 3 dias para disfrutar de las fiestas de Olleros.No sin antes volver a pensar que ya pueden venir mal dadas que con el campo que teneis y todo lo necesario,ahí no se muere nadie de hambre.Me alegro.Un saludo y otra vez con más tiempo,pararé

Pido disculpas por hacer una nueva intromisión.Sólo aclarar que fué el jueves 4 cuando atravesé la Estepa Castellana.No tiene importancia pero lo que es,es tal como es.
Ya
Hago mutis por el foro(nunca mejor dicho)

Si alguna vez deseas pasar por Sahelices y nos dices: "Soy Pulgui", seguro que pasaríamos un rato divertido.
Es más: hasta vendrías a vernos cada año.

Gracias, Pulgui, salao.