Saelices del Payuelo - Leon

Hace muchos años y bastantes sequías, el agua de la Laguna Diel se estaba agotando y un grupo de ranas se vio obligado a abandonarla. Mientras viajaban por el campo en busca de mejores charcos, dos de ellas se cayeron en una reseca barrera que los campesinos de Sahelices habían excavado para los adobes de sus casas. El resto de las ranas se reunieron alrededor del hoyo y, cuando vieron cuan honda era la barrera, dijeron a las dos ranas del fondo que, a efectos prácticos, se podían dar por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y trataban de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las demás seguían allá arriba, gesticulando y gritando que sus esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían, se rindió, se desplomó agotada y murió. Sin embargo la otra rana continuó saltando tan fuerte como podía. Una vez más, la multitud de ranas gritaba y gesticulaba allá arriba que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a bien morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que por fin logró salir de la barrera.
Se tomó un respiro porque les quedaban duras jornadas hasta el charco de Valdevilla. Recuperado el aliento, dijo a sus compañeras:
-Gracias, amigas mías. Creo que no hubiera podido salir de ese agujero sin vuestros gritos de ánimo.
La pobre todo lo había interpretado mal porque, para su fortuna, esta segunda rana era totalmente sorda.

Fantástico cuento, mi niño se ha quedao frito antes de saber la sordera, a ver si mañana llegamos al final

Gracias

Pues naa.... que la rana llego a la barreras de Fuenteseca encontro agua Y despues, todas las noches se oia un groaaaac ......!!! groaaaac... groaaaaac)
Una noche primaveral de luna llena, llego un hermoso ranonchote y alli los dos juntos..*^@**+=!!. y procrearon felizmente por muchas generaciones, pagando su tributo anual a cigueña, claro. Hasta que, en los 80, los sahelicenses cansados de oir el groaaaac... groaaaaa.. de la rana sorda, comenzaron a usar las barreras de Fuenteseca de vertedero y la rana tuvo que largarse a otro charco que no estuviese poluto, donde pudiese poner su hueva. Dicen que lo encontro, nada menos que, alla en la laguna Sentiz. Y aqui termina el cuento feliz de la rana sorda, que huyo de la sequia de la laguna Diel en los 60, crio en Fuenteseca en los 70 y emigro a Sentiz en los 90. Y alli felizmente sigue cantando su groaaac...!! groaaac....!! grrrrroaac...!!! donde no disturba mas que a al lucero de medianoche y algun que otro zorro que la esta acechando por si sale de entre los juncos en busca de grillos o saltipajos.

No todas las ranas, ranos y ranonchos eran de la Laguna Diel y además la rana no estaba sorda