Sabero - Leon

Borrado por su Autor.

De guajes saltábamos las sebes por encima de las ataduras de vilorta para enguilarnos a los árboles y robar la fruta. Eramos unos rapaces bien apañados que con cualquier chisme nos divertíamos. Lo mismo jugábamos a las cañoritas, para lo que yo era bastante follero, que hacíamos mil mañas en nuestra particular lucha de prao.
Cazábamos pardales con lía y algún tirador con el que practicábamos haciéndo diana en las jícaras.
Eran tiempos de leche en polvo que tomábamos cada uno en su tanque.
Y cuántas trastadas. En cierta ocasión mi madre me sascudió por darle serbus a los zapatos con una rodea. Cosas de críos.
No se me olvida la reprimenda de mi abuelo: Te voy a dar una vareadura que te voy a enveredar. Horrible amenaza que siempre quedaba en nada.
Embriscábamos a los perros, algunos con carrancas, hasta que uno se retiraba de la pelea.
Y a las tardes, trás dejar el cabás en casa, bocadillo de pan bregao y, de la cantina de Toño, alguna guindilla mangada de las que picaban que alampaban y que ingeríamos al lado de una lumbre hecha con cuatro tucos y algunas escobas.

Yo recuerdo mucho a Felisín, ahora en el extranjero. Era el aguador del cura. Un chico con toda la cachaza del mundo. No se inmutaba por nada. Solo le vi alterado al subir un día en el aiga de su primo, que guiaba muy bién. Nos bajó hasta Cistierna y nos invitó a un butano en Candanedo. Aquel pariente tenía mucho dinero. No sé a que tejemanejes se dedicaría, pero fumaba emboquillados y no nos dejaba ni la pava.

Que niñez...

El cabo de transmisiones.

Pero siempre habia alguno que de dejaba la pivi de algun mentolado, a mi me gustaba el 3 carabelas, o el uno x dos, los domingos con la propina caia algun rocio. Todo día en la calle nos daba ese aspecto encallado, que nuestras madres por mucho que nos frotaran con esparto en la pila o bogadera no eran capaces de sacarmos la roña de los pies, siempre calzados en chapines con las chilucas. Las fogatas eran otra diversión, acompañada de aquellos hilos multicolores de cobre que arrampabamos a los de telefonica que se consumian en la lumbre con aquellas llamaradas verde azuladas, en los rescollos de las ascuas quedaban los hilos de rojo ennegrecidos con los que haciamos las bolas de nuestro precioso tesoro que lo puliamos al chatarrero a 100 pelas el kilo.

El nogalonas( desde mi ventana veo nevar en el Circulo Polar Artico)

jope y no veras a monse o al primo de brillante ?.
quew vistas mas guapas