Riego de la Vega - Leon

Nada ocurre por casualidad. Y lo que le está pasando a España es lo único que le podía ocurrir.
Es consecuencia lógica de toda su historia. Una historia de dictaduras, de corrupciones, de explotaciones bárbaras, de inculturas, del “que inventen ellos”, de retrasos históricos a la incorporación a la Ilustración y a las revoluciones industriales o a la supeditación constante a las tinieblas de la tenebrosa iglesia católica. Cuando el mundo se vuelve global, cuando la tecnología es imprescindible, un país como ha venido siendo España poco tiene que hacer.
(Ayer decía el cineasta Trueba que en España no es que no tengan valoración la cultura y la inteligencia, si no que lo que de verdad se valora es al zoquete).

Lo que ha venido haciendo es sustituir la planificación por las prácticas corruptas, la chapuza, el engaño y las mentiras. El pelotazo era la forma española de hacer economía. Al falangista Aznar se le ocurrió sacar dinero para los ayuntamientos sin recursos a través de la especulación del suelo público. A partir de ahí, con la ya acostumbrada corrupción española en todo lo que toca, se construyó mas que en toda Europa junta. Y como la construcción arrastra a muchos sectores, la sensación era de riqueza y euforia general. Evidentemente todo era artificial, sin planificar nada, destruyendo todas las costas mediterráneas y consiguiendo nuevos millonarios por la especulación y la corrupción. Como no podía ser de otra forma aquello explotó. Y la explosión arrasó todo.

Por lo tanto, España seguía en realidad siendo pobre en todos los sentidos, pero se creía rica.
El “estado de bienestar” que España se creía merecer en realidad no se correspondía con su realidad.
En consecuencia lo que está pasando ahora es sencillamente la adaptación del estado a la realidad.
Y en esa realidad no cabe un estado del despilfarro y quizás no quepa tampoco el nivel de “estado de bienestar” que existía. Por algo muy simple : porque no se genera ni de lejos la suficiente riqueza.

España siempre ha llegado tarde a todo. Ahora también llega tarde a la modernidad y no digamos a la postmodernidad. Tiene que hacer ahora lo que tenía que haber empezado a hacer hace doscientos años y de forma urgente hace veinte o treinta.

La crisis mundial financiera del crédito empezó en el 2007 y estalló con las subprime en 2008. En España, con sus santos c., se empezó hasta negando la crisis, se siguió viviendo como si no existiera y para cuando despertaron del sueño de falso nuevo rico, la ruina estaba esperando en la puerta.

Hay un dato clave para entender la idiosincrasia española.
Para reducir gastos el gobierno ultra del PP ha decidido reducir como el 25% el presupuesto de I+D, de cultura, de educación y de sanidad.
Es precisamente lo que España necesitaría incrementar para cambiar su modelo productivo, su modelo social y su modelo educativo que educa muy poco y mal.
Por lo tanto, la crisis tremenda e inevitable para los parámetros españoles, en vez de servir para una regeneración en diez años, que es lo mínimo que tarda un cambio de modelo productivo, va a servir para todo lo contrario. Va a servir para hundir aún más a la sociedad.