Riego de la Vega - Leon

La pederastia es un crimen execrable que, practicado por un sacerdote, se convierte en mil veces más horroroso. La confianza que pone un niño en el sacerdote por encargo de sus propios padres, la responsabilidad de “moldear” el alma de esa criatura para encaminarla a Dios, y la traición de su confianza con actos de la mayor ponzoña no tienen justificación.
No es de recibo que un obispo o autoridad eclesiástica defienda estos crímenes con un “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”, o “hay una persecución a la Iglesia Católica por parte de los Medios” o “se está sacando de contexto lo que son casos aislados”…
NO SON CASOS AISLADOS, son demasiados casos en demasiados países con demasiadas personas. Y de algo podemos estar seguros, quienes denuncian no son ni el diez por ciento de las víctimas. La mayoría ha querido olvidar esa horrenda etapa de su niñez por una necesidad de saneamiento espiritual imprescindible para poder afrontar la vida, y no están dispuestos a entrar en un laberinto de acusaciones que luego deberán probar con testigos de la época y demás, pasando a repetir una tortura indeseable.
La Iglesia Católica necesita de una revisión profunda, de una verdadera revolución que sea capaz de limpiarla y encaminarla por el camino de la humildad, la sencillez y el amor que nos enseñó Cristo. EL celibato, como la confesión y tantos dogmas y sacramentos “inventados” a lo largo de la historia, no son más que la cortina detrás de la que se esconde un clero corrupto y mundano al que Cristo volvería a sacar a latigazos del templo de Dios, porque lo usan para manipular a los verdaderos creyentes y no para santificar a Dios.
Aquí de lo que se trata no es de un “ataque más a la Iglesia o de las manipulaciones de “Lucifer” para poner a prueba la fe en Cristo, aquí quienes están manipulando son los responsables de la Iglesia Católica y “Lucifer” campea por ella como por su casa. Obispos como el Sr. Varela, que en lugar de trasladar arrepentimiento, horror y vergüenza, usa la defensa y las habilidades dialécticas de un político para defender lo indefendible o quitarle importancia a estos crímenes, no solo no salvan a la Iglesia sino la hunden más en su miseria, contribuyendo a incrementar la ausencia de vocaciones y el futuro más incierto para el Catolicismo en el mundo desarrollado.

Analicen el texto y comprobarán que en él esta la tercera revelación de Fátima.