Riego de la Vega - Leon

Pues he puesto la tele para ver el Escocia-España, y he visto la interpretación de los himnos.

Varias reflexiones.
Primero; el respeto de los escoceses al himno español. Esto lo hago extensivo a los británicos. Parece mentira que hace no mucho estos aficionados fueran el terror de Europa y aún hoy, de vez en cuando, la líen por ahí. Porque últimamente cada vez que veo un campo británico es un ejemplo de respeto al rival y civismo. Aquí, entre nosotros, me temo que sigue habiendo cafres (una minoría quiero creer, pero ahí están) que hubieran pitado el himno de la selección rival (al igual que, no me resisto a decirlo, en el desfile de hoy no pocos "patriotas" no han guardado ningún respeto ni siquiera en el homenaje a los caidos entre pitos e insultos al gobierno -legítimos pero que hay momentos en los que no prodecen- y vivas -lo juro- a Intereconomía; tiene huevos la cosa).

Segundo: me ha emocionado la interpretación del himno escocés; eso a mi, que me parezco a un escocés como un huevo a una castaña.
Entre que es un himno precioso (ahí, el español, nos falla un poco; la verdad. Y como lo cantaba el público...la carne de gallina.
Viendo eso desde la distancia y sin ningún tipo de animadversión hacia los ingleses, como un espectador neutral, uno entiende que ahí hay un sentimiento real, profundo, una identificación con algo realmente existente, no el producto del politiqueo barato ni de bajas pasiones. Y no tengo ni idea de la historia escocesa ni de su relación con los ingleses, pero me basta ver esto para entender legítimos y respetables posiciones nacionalistas escocesas.