EL CUENTO DE LOS COMEDORES DE CARITAS Esta mañana un buen amigo tuvo la genial ocurrencia de acercarse a las monjas de la caridad de martinez campos, a ver si le daban un bocadillo o algo. Tras aguantar mas de dos horas de colas formadas por una legion infinita de negros, rumanos y cobrizos de todo genero (por supuesto no vio ninguna monja sino mozuelas asalariadas con bastante mala leche por cierto) no le dejaron acceder al comedor a pesar de decirles que llevaba tres dias sin comer bocado. Le faltaba la reglamentaria tarjeta de la que todos los inmigrantes estan provistos. Le remitieron para no se que dia a las ocho de la mañana en que debia entrevistarse con una asistente social. Ante esta evidente falta de humanidad (tres dias sin alimento ya no es una broma) mi amigo les espeto: Yo soy español y cristiano. La tía puerca del control le respondio con sorna; SI, POR LA GRACIA DE DIOS. |