Riego de la Vega - Leon

La guerra contra la independencia estaba ganada hasta el terrible auto de la jueza Lamela y la consiguiente orden de entrada en prisión de Junqueras y el resto de consejeros del Govern.
LA INNOBLE ACTUACIÓN DE PUIGDEMONT EN BRUSELAS HABLABA POR SÍ SOLA HASTA QUE LE HA DADO ALAS EL AUTO DE LA JUEZA LAMELA
Qué terrible error judicial y político. El independentismo estaba prácticamente muerto y enterrado hasta que el auto de la jueza ha dado alas al soberanismo catalán. Las calles ya estaban vacías de movilizaciones, que fueron pocas y simbólicas tras la declaración de independencia del Parlament y el artículo 155.

Todos los partidos, incluso los implicados en el procés, estaban dispuestos a concurrir a las elecciones del 21 de diciembre. Europa y el mundo habían respondido como se esperaba a la llamada de Rajoy, y esta batalla estaba perdida por los independentistas.
Hoy ya tenemos héroes, ¡qué necesidad!, y villanos. Ya hemos visto en los medios de comunicación a la ciudadania movilizada en las calles, a militantes y portavoces de ERC llorando y hasta a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, viviendo su momento de gloria y pidiendo la amnistía.

Probablemente el judicializar la política nos haya llevado a esta situación, a este callejón sin salida que ha dejado estupefacto al PSOE en general y al partido en Cataluña en particular.

Pero también la falta de talla política de quien ha optado por la venganza. No será que no lo advirtió el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban: “cuidado con la venganza y la humillación”, recordó el parlamentario nacionalista. A juzgar por los acontecimientos, sus señorías debían estar a otra cosa.

Error político y judicial que pagará Rajoy, pero también la Democracia, la imagen internacional de España y todas y todos los ciudadanos de un país que ha puesto ante las ruedas de los carros la legitimidad del bando constitucionalista.

Imperdonable haber dado alas hasta a Puigdemont. La innoble actuación del expresidente en Bruselas hablaba por sí sola , hasta que le ha dado alas el auto de la jueza Lamela .

¡Grave error y retroceso del Estado de Derecho!