Riego de la Vega - Leon

Todas las religiones se parecen demasiado, todas dicen cosas muy parecidas, todas prometen casi lo mismo y en consecuencia todas son falsas.
Pero las tres monoteístas que adoran al mismo dios, musulmana, judía y cristiana, son solamente adaptaciones de la misma idea a culturas diferentes.

Las tres tienen el mismo vicio original que es el que ha traído tantos males a la humanidad : la identificación en un solo concepto del ámbito político y del ámbito religioso. Ahí está la clave de los muchos crímenes cometidos por las tres religiones en nombre de su dios. Allí donde han tenido poder suficiente han creado estados teocráticos ya que no entienden la separación de la religión, como cuestión meramente personal, del ámbito de lo civil y político.

Tanto el judaísmo como el cristianismo han ido evolucionando porque se han visto obligadas a evolucionar al compás de la evolución económica de las sociedades en las que tienen influencia.
Sin embargo la musulmana, como se desarrolla fundamentalmente en sociedades no desarrolladas económicamente, sigue conservando en muchas zonas su ideología teocrática.
El régimen franquista español tuvo claros ingredientes teocráticos a través del nacional catolicismo. Y porqué no comparar el golpe fascista de 1936 con una yihad católica ya que buena parte de él se fundamento en la preservación y dominio de la religión romana.
De hecho la religión católica ha sido a lo largo de la historia una Yihad constante. No nos sorprendamos ahora tanto con la Yihad musulmana.

La promesa del cielo, del paraíso, una vez muertos, es la base fundamental de todas las religiones.
Evidentemente eso se promete a quienes no tienen nada parecido a la dicha, si no todo lo contrario, en la tierra.
Veinte vírgenes, máxima potencialidad sexual para atenderlas, vino, frutas y riquezas prometía el profeta musulmán en el desierto a aquellos que dieran la vida por su dios. Es decir, promesas de vida eterna con placeres sin límite para aquellos que aceptaran su invención y lucharan contra el infiel defendiendo el dios inventado. Recompensas en definitiva. Como todas las demás religiones.

Si leemos algo de las biografías de los dos yihadistas de la masacre de París,
nos damos cuenta en principio que no es muy trabajoso para personas sin casi educación hacerse en este caso musulmán violento y asumir perfectamente la recompensa celestial de su lucha contra el infiel.
Solamente hay que vivir en la marginalidad absoluta, haber carecido de educación y aceptar morir por la causa con una recompensa fantástica que nos va a hacer olvidar esta su triste vida terrenal.
Convertirse casi desde la nada en héroe yihadista, dejar de vivir casi miserablemente y al poco alcanzar la recompensa celestial.
Para reaccionar así es precisamente para lo que lo inventó el profeta.

La utilización evidente que los intereses del capitalismo había hecho de los talibanes y de los yihadistas, para contener los nacionalismos laicos y los socialismos árabes. Hasta hacerlos poderosos para pasar a ser incontrolables por los mismos creadores.
El otro aspecto muy importante de todo esto es el ingrediente alienante de todas las religiones. Que se ceba especialmente en gentes sin demasiada formación con promesas de cielos inventados. En gentes que no tienen mucho que perder. Ahí está otra clave importante de su sicología, que les ofrecemos tampoco socialmente, marginamos tanto al extraño, que la muerte buscada puede ser una liberación si caen en el error de creer en promesas ridículas después de muertos.

Mientras ayer multitud de ciudadanos vascofranceses se manifestaron por las calles de Paris y de toda la república CONTRA los asesinos en nombre de Mahoma, unidos al grito de !Vive la France! aquí en España otra multitud de fanáticos se manifestarán en Bilbao A FAVOR de asesinos en nombre de Euskadi

Unos se inmolan azuzados por los sátrapas que en nombre de alá los mantienen en el siglo X engañados con la vida eterna mientras que los otros se pudren en la cárcel azuzados por ayatolas de la patria vasca que les prometieron la Euskadi eterna de los 7.000 años de historia.

Y que sigan hasta cumplir sus condenas, y bien lejos

¿Desde cuando los fanáticos creen que el alejamiento de un asesino y/o maltratador va contra los derechos humanos?

No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.




PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.