Riego de la Vega - Leon

Leo que el FMI suspende su ayuda financiera a Grecia hasta que haya un nuevo gobierno. Falta añadir un nuevo gobierno...que les guste. Es decir, que se pliegue a sus planes de pago a los acreedores, a los bancos alemanes, etc. Que siga exprimiendo y ahogando a la gente para que los acreedores cobren el dinero que prestaron (usurera e irresponsablemente).

Es que ya no hay ni disimulo. Ni maquillaje democrático. No existe la democracia. Esto es un chantaje literal, un golpe de estado en toda regla. Que los que mandan son los poderes económicos sobre las soberanías populares....ya lo sabemos pero...ya que es ni disimulo.

Tengan cuidado con lo que vota, señores griegos. Y de paso lanzamos un mensaje también a españoles y demás países del sur que parece que coquetean con movimientos poco sumisos al sistema.

Pues es que...de verdad que a uno le entran las ganas de que ganen todos los Podemos de europa. ¿Qué se iría todo a la mierda? ¿Y dónde estamos?

La dictadura de la derecha española, que con el nombre de franquismo duró cuarenta años, fue un auténtico desastre en todos los ordenes para todos los pueblos que integran el estado español.
Sin embargo, como todas las dictaduras, consiguió la unión de los demócratas ante el enemigo común y facilitó por reacción una mayor creación intelectual y artística.
En todos estos años de llamada “democracia” a la intelectualidad se le ha visto poco ante los abusos continuados del poder “democrático” y la creación ha venido siendo sustituida por la obediencia al poder establecido.

Con la llegada de la gran crisis, la gran estafa a las mayorías, de nuevo han surgido rebeliones sociales y los demócratas se vuelven a organizar.
Parecería que son necesarias crisis profundas, en las que el sistema muestre su verdadera cara, para que espabilemos y tomemos conciencia de que no vivimos en una verdadera democracia si no en un sucedáneo.
Porque la misma “democracia” existía y existe en España o Grecia ahora que hace diez años. La diferencia es que antes éramos estómagos agradecidos a un sistema que llamábamos democrático porque nos dejaba votar de forma tramposa cada cuatro años y nos prometía piso y coche si trabajábamos para él durante toda nuestra vida y sin descanso.
¿Se puede suponer que los que ahora descubren que no existe en realidad poder de las mayorías (democracia) hasta ahora no se habían planteado que significa demo o demos en su significado griego?. ¿Y si sabiéndolo hay que suponer que consideraban que el demos ostentaba el poder ya que aseguraban que existía democracia?.

Evidentemente nunca ha existido en el mundo, a lo largo de la historia, salvo pequeñas comunas, nada que se pueda llamar con rigor democracia. Han existido solamente representaciones teatrales del concepto. La llamada democracia representativa no es mas que una representación teatral. Y desde el buenismo solamente una utopía ya que si existiera democracia no podrían existir libres y esclavos, como existían cuando los griegos la inventaron.

Ni Syriza ni Podemos van a traer el poder a las grandes mayorías.
No van a traer tampoco la democracia.
Sencillamente y evidentemente porque los que ostentan el poder real, o sea el económico, nunca se lo va a permitir.
Porque si se lo permitiera ello acabaría con su poder económico minoritario. Sería su propio suicidio y pocos se quieren suicidar.
Lo que van a hacer Syriza y Podemos es intentarlo, que no es poco, y de paso concienciar a las gentes y reformar la injusticia hasta lo permitido.
Pero el poder del verdadero poder es muy grande.

Por último hablar de los que se hacen llamar patriotas.
Patriotas del dinero, evidentemente, lacayos al servicio de los amos del mundo para recoger las migajas que la injusticia produce. Patéticos personajillos.
Y es que Syriza y Podemos, los diablos de ahora, representan fundamentalmente el patriotismo griego y español. Son los verdaderos patriotas en cuanto su función consiste en la recuperación de la soberanía griega y española perdidas.
Porque tanto Grecia como España dejaron de ser soberanas para pasar a delegar su soberanía en los capitales financieros y en sus delegados del FMI o el BCE.
Los antipatriotas son los que defienden la actual situación griega o española y los patriotas son los que quieren recuperar la soberanía de sus respectivos países.