La "desobediencia" de los catalanes Entrecomillo “desobediencia” porque obedecer es acatar a la autoridad, previamente reconocida, y evidentemente el estado español en descomposición hace mucho tiempo que perdió autoridad sobre la ciudadanía catalana y otras muchas. Podrá conservar la autoridad legal como consecuencia del ejercicio de su poder establecido, pero evidentemente perdió la autoridad moral imprescindible para gobernar en democracia. La gran mayoría de la nación catalana no reconoce autoridad legítima, solamente legal, del estado español sobre ellos. Por un hecho evidente en democracia como lo es que la autoridad se construye desde abajo hasta arriba y no al revés. El estado español ilegítimo para los catalanes, sí reconoce a la nación catalana como sujeto político de decisiones políticas, ya que p.ej. le permite votar su estatuto de autonomía, pero ese mismo estado le prohíbe ser sujeto político cuando el voto ciudadano quiere expresar su relación con ese estado. Llegando a extremos antidemocráticos como el actual, en que se prohíbe no solamente elegir dependencia o independencia, si no que se llega a prohibir hasta los deseos, no solamente la ejecución de los deseos si no también la expresión de los deseos. No cabe postura mas antidemocrática. Es la foto que nos describe en que estado vivimos. Por lo tanto, si el estado hace mucho que perdió legitimidad moral ante la nación catalana y ahora se muestra tan totalitario prohibiendo hasta la expresión de deseos, prohibiendo hablar, a la gran mayoría de la ciudadanía catalana no le queda otra salida mas que la desobediencia democrática ante un estado que no reconoce. Generalmente cuanto mas débil se es más fortaleza se quiere mostrar. El estado español, conformado en el régimen del 78, está en quiebra a todos los niveles. Se descompone. Por lo tanto, su clara debilidad mostrando fortaleza inexistente con los catalanes, es fruto de su derrumbamiento. El tremendo conflicto catalán no es consecuencia mas que de un estado en ruina. Sin un nuevo régimen que nazca de un proceso constituyente democrático, rompiendo por fin con el franquismo casi cuarenta años después, reconociendo la existencia de un estado plurinacional, no se resolverá ninguno de los gravísimos problemas que arruinan lo que se llama “España”. |