Riego de la Vega - Leon

Terminando el tercer año de mandato del popular Mariano Rajoy al frente del Gobierno de España sin atisbo de la tan anunciada recuperación, ni rastro de los millones de empleos prometidos, con ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres, con dos millones de hogares en España en los que no trabaja nadie, con un 30% de nuestros niños en el umbral de la pobreza y con la deuda pública desatada, pero nada de esto ha supuesto la gota que colme el vaso de la paciencia de los españoles.

Cuando el Partido Popular llegó al poder se puso manos a la obra para acometer una reforma laboral sin precedentes, que abarataba tanto el despido que casi lo volvía gratuito, que permitía contratos indefinidos con un año de prueba, EREs sin aprobación de la Autoridad Laboral y que se cargaba la ultra actividad de los Convenios Colectivos, que era lo mismo que dejar en manos de la patronal todas las bazas condenando a los trabajadores a aceptar cualquier condición laboral, incluidas severas bajadas salariales, o ser despedidos sin miramientos. Algunos pensamos que la clase trabajadora no consentiría semejante afrenta, pero vaya si la consintió.

Al poco tiempo decidió no subir las pensiones con arreglo al IPC, algo que no había ocurrido jamás desde la firma de los Pactos de Toledo. Y no, no vale alegar que ya lo hizo Zapatero, porque lo que hizo el socialista fue congelar un año tan solo las pensiones máximas, subiendo lo mismo que la vida las mínimas y las no contributivas y devolviendo el poder adquisitivo perdido al año siguiente. Algunos pensamos que los pensionistas no consentirían una “subida” del 0,25% que en realidad supone una bajada constante de su pensión, con la que muchos están manteniendo a sus hijos y nietos, pero vaya si lo consintieron.

El verano pasado vimos al Presidente del Gobierno comparecer en el Congreso y mentir descaradamente sobre su ausencia de relación con el Tesorero de su Partido, Luis Bárcenas pese a que todos pudimos leer los afectuosos SMS que le dedicaba cuando ya estaba imputado y a punto de entrar en prisión: “Luis, sé fuerte, hacemos lo que podemos”. Antes habíamos presenciado el bochornoso espectáculo de la Presienta del PP tratando de explicar en una memorable rueda de prensa lo del despido en diferido con forma de simulación de Bárcenas. Algunos pensamos que los españoles de bien no consentiríamos que esta panda de golfos y embusteros siguieran cobrando del dinero público, pero vaya si lo consentimos.

Desde hace años venimos desayunándonos con diferentes escándalos de la derecha catalana, la que Gobierna al otro lado del Ebro pero con las mismas malas mañas que la nacional españolista, pero descubrir que el Molt Honorable Jordi Puyol es un golfo de marca mayor, con millones de euros en paraísos fiscales en el extranjero, obtenidos sin lugar a dudas del cobro de comisiones ilegales por la adjudicación de obra pública o contratos con la Administración catalana, afición que además comparte con su mujer y sus hijos, algunos pesamos que los catalanes no lo consentirían, pero vaya si lo consienten.

Y vemos a los enfermos hacinados en los pasillos de los hospitales porque se están cerrando plantas y perdiendo camas en la Sanidad Pública de Ana Mato, con la excusa de ahorrar, mientras la Ministra viajaba y se juergueaba con los dineros que la Gurtel le daba a su marido, Jesús Sepúlveda, que daban lo mismo para confeti que para viajes a Disneylandia. Y contemplamos como la Sanidad ya no es universal, que se la hemos quitado a los inmigrantes, pero también a los españoles que se van al extranjero a buscarse la vida y a los jóvenes que nunca han cotizado y algunos pensamos que los españoles no lo consentiríamos, pero vaya si lo consentimos.

Podrían seguir desgranando recortes, en Educación, en becas, ayudas a los libros, en Investigación, hasta un 91%, en Dependencia, que prácticamente ha desaparecido, en Prestaciones Sociales. Podría llenar folios con los atentados a las libertades colectivas, sindicalistas en la cárcel, restricciones al derecho a la huelga, al derecho a manifestación, a la libertad de expresión, también con ataques a las libertades individuales, por ejemplo, de la mujer, con una reforma de la Ley del aborto a punto de ver la luz que nos condena a la maternidad o a la tutela masculina para decidir sobre ella. Podría hablar de los corruptos de Valencia, tantos que podrían constituir grupo propio al margen del Partido Popular en Les Corts, del latrocinio de Calatrava de la mano de Rita y Camps, de la condena a Fabra al fin, solo por la décima parte de lo robado. De la entrada en la cárcel de Jaume Matas, el ejemplo de Gobierno del que alardeaba Mariano Rajoy…

Podríamos contar tantas gotas que hubieran debido colmar el vaso, nuestros hijos emigrando al extranjero para tener un futuro que aquí se les niega, familias enteras pasando miseria y hambre, sin poder poner la calefacción porque no tienen con qué pagar la luz, usando la nevera desenchufada como despensa, niños pequeños desahuciados, enviados junto con sus padres a la calle, tantas que aterra confirmar que aquellos ideólogos del Partido Popular que aseguraban que los españoles aguantaríamos todas esas vueltas de tuercas y cuantas más vengan en el largo año que les queda en la Moncloa, tenían razón, seguimos sin gota que colme el vaso.

Desgraciadamente tenemos lo que nos merecemos. En este país de cobardes y remama letrinas haría falta un líder, un CHE GUEVARA, pero estoy convencido que lo liquidqrian antes de que pronunciara el primer discurso animando al público en general a una revolución pacífica hasta la victoria siempre. La prueba la tenemos en ese fenómeno sociológico que es Pablo Iglesias, lo están criminalizando Y DESCALIFICANDO tanto el PP como el PSOE, y mientras tanto esta sociedad temerosa y amedrentada tragando carros y carretas.

Decía mi abuela que era analfabeta pero muy lista gracias a la universidad de la vida, que no hace falta ir a América que las Américas están aquí en España. Que España es un país rico y muy diverso y que con ahorro y administrando bien la economía se podría vivir como en un paraíso.Pero mientras no saquemos a esta casta de ladrones y saqueadores aunque sea a gorrazos fuera de esta España suya,seguiremos igual que estamos empobreciéndonos cada dia mas y mas.