Reunión secreta Sí hubo un plan secreto para salvar a la Infanta: el Rey, Rajoy, Gallardón y Torres-Dulce lo idearon en Zarzuela. Una reunión secreta en la Zarzuela con el Rey, a la que asistieron Mariano Rajoy, Gallardón y Eduardo Torres-Dulce, fiscal general del Estado, y a la que no se llegó a invitar a Rubalcaba, a pesar de que se habló de ello. El objetivo era trazar un plan de Estado, una hoja de ruta para salvar a la Infanta Cristina de ser juzgada por su implicación en el caso Nóos. El fiscal de este proceso, Pedro Horrach, negó que existiera tal plan, pero ahora su negación está en cuestión. Cristina tiró el teléfono a su padre En el libro (LA INTOCABLE) de Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta se cuentan detalles de la tensa relación que ha vivido la Infanta Cristina con su familia, como por ejemplo, que colgó “violentamente el teléfono a su padre cuando éste, una y otra vez, le instó por aquel entonces, en los albores del escándalo, a ‘separarse de Urdangarín y a renunciar a sus derechos dinásticos’, aconsejado por el exjefe de la Casa Real Fernando Almansa”. Nada nuevo, que no se sepa, se sospeche o se imagine. ¡Cómo que van a dejar que la Corona se vea en peligro por la avaricia de sus miembros! * Pues es el primer error, porque todo este cambalache no hace sino incrementar la animadversión de los españoles contra la Familia Real, la Corona, la Monarquía y todo lo que huela a privilegios reales. Tiempo al tiempo. * Los Borbones hace tiempo que están de más en España. Ni España les pertenece, ni les debe nada. * Y a la Infanta poco que decirle: que es usted y su señor marido los que no se merecen vivir a costa de los ciudadanos, con sus abusos, sus corruptelas y esa soberbia absolutista propia de tiempos tiranos. ¡Claro que no es necesario que vuelvan! Quédense dónde están a ver si allí les permiten tantas fechorías. * Y si vuelven, espero que sea para sentarse delante de un juez en un juicio justo, sin ventajas ni atajos, sin planes prefabricados ni las instituciones de su parte. Algo a lo que la mayoría de los españoles, esos a los que usted desprecia, no tenemos ni tendremos jamás derecho. * Porque a pesar de lo que dice su señor padre, y por mucho que le cuelgue el teléfono, la justicia no es igual para todos los españoles. Más cuando una se apellida Borbón. De mera propaganda, porque cada vez cuelan menos y menos en la mente y corazón de los españoles del siglo XXI, quienes entienden que no viene a cuento ningún rey ni ningún príncipe viviendo a cuenta de su trabajo y sus impuestos, y menos procedentes del último dedazo de Franco para hacernos no ciudadanos sino súbditos, sirvientes y villanos de por vida. Tremendo, tremendo. Si cualquier español no puede optar a ser Jefe del Estado, de su Estado, ni a Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, entonces es que no es igual a otros que sí son o pueden optar a serlo. ¿ No es cierto…? Y, además hereditario. Tremendo, digo. Consecuencia: nuestra Constitución no es democrática, pero queremos que lo sea. Por tanto… cambiemos este folleto de contradicciones por otro realmente eficaz que sirva de guía y respeto para todos todos todos los que residimos en este país que hoy está conformado como ESPAÑA.. |