Riego de la Vega - Leon

La mayoría de nosotros -los españoles que no vivimos de la política- desde que se instauró el Estado Autonómico, El Senado perdió sentido. Mas observamos que nadie de quienes nos dirigen desde los partidos, hace mención al caso. A aunque, como usted y yo -amigo lector- reconozcamos su falta de espacio de gestión.
¿Por qué, tanto como se habla de crisis y ahorro, no se busca evitar el tremendo gasto que el Senado ha de suponer a las arcas del Estado?
Aquí, de la manera más evidente que darse puede, se ve que los gobiernos habidos en esta democracia han dicho ni dicen nada, incluso en momentos tan críticos como los de ahora. Para mí la única razón para tal inoperancia nos viene impuesta por la necesidad que los partidos políticos tienen de colocar a sus militantes. A no todos los pueden hacer ministros, directores generales y un largo etc. Puede que, en la mente de los elegidos -Presidentes del Gobierno, ministros y ese largo etc.- cuente mucho aquello de todo militante, por cuya mediación se han ganado las elecciones que les da el poder, han de tener su recompensa... Y, claro, si la aspiración de tal militante es la de ser un alto cargo, no se va a conformar con la consejería de un humilde ayuntamiento...
¿Qué piensan ustedes al respecto? ¿Debemos seguir viendo despedir a humildes obreros, mientras estos afortunados señores vivan de por vida como viven....

Demasiados políticos, muchos más que en cualquier otro país europeo, todos engendrados bajo el manto protector de la dedocracia, y abundantes ladrones entre ellos. Como en todas las plagas la tendencia natural es expandirse, o como mínimo mantenerse, lo último que se les ocurrirá es suprimir el Senado. ¿Quién se amputa voluntariamente un brazo si no es totalmente necesario para salvar su vida?
Y el españolito normal, a seguir apechugando con lo que carga sobre sus espaldas sin quejarse, que ya tiene el fútbol para distraerse. O NO?