Riego de la Vega - Leon

Durante la conferencia de Vannsee, que comenzó el 20 de Enero de 1942 y dió comienzo a la "solución final" de los judíos en Europa, el temible Reinhard Heydrich (el violinista de la muerte) hizo una alusión a España. Habló de la existencia de 7.000 judíos en España y de cómo tendrían que pasar a formar parte de la Solución Final. El régimen de Franco, al término de la guerra mundial, vendió al mundo la idea de que había sido protector de los hebreos y que había salvando a miles de ellos, librándolos de las garras nazis. Es cierto que algunos alcanzaron la frontera española, pero fueron directamente dirigidos a Portugal donde se hicieron cargo de ellos los Estados Unidos. Otros fueron internados en un campo de concentración de Miranda de Ebro preparado para extranjeros hostiles al régimen. Otros fueron detenidos en la frontera e incluso entregados a la Gestapo.Algunos como Walter Benjamín en Portbou optaron por el suicidio. Es cierto que algunos diplomáticos españoles como el heroico Sanz Briz lograron salvar a muchos judíos de su destino, aunque al parecer fué hecho sin el expreso del gobierno español. Lo cierto es que el Régimen había elaborado un censo estadístico de todos los judíos residentes en España. Este hecho ha salido a la luz recientemene y arroja luz sobre un período oscuro y aún desconocido. Este censo contenia datos sobre el nombre, filiación,residencia, oficio o fuente de ingresos de todos los judios residentes en España.
El régimen de Franco, que no hubiese sido posible sin la ayuda de Hitler, manifestó en muchas ocasiones su antisemitismo: la conspiración judeo-masónica bolchevique fué parte de su ideario siempre.Al elaborar ese censo judaico, en un momento en que Alemania aún no se había aventurado en la operación «Barbarroja"( el ataque a Rusia) y en que parecía que iba a señorear sobre toda Europa sin resistencia, el régimen español ofrecía un regalo a los nazis.
Eichmann hubiese hecho maravillas con ese censo, como las hizo con otro elaborado por la Francia colaboracionista de Vichy que logró colocar a decenas de miles de judíos franceses en Auschwitz.
¿Llegó a entregar España a Himler el censo? No se sabe pues toda la documentación sobre este tema fue minuciosamente expurgada posteriormente pero los resultados numéricos del censo ofrecen un resultado idéntico al manejado por Heydrich en Vannsee. Himler había estado en España unos tres meses antes del inicio de la realización del censo, en Mayo de 1941. ¿Estaba el gobierno español dispuesto a colaborar con la exterminación de Judíos que pronto se decretaría en Europa? A partir de octubre de 1943, evidentemente, no. Los aliados en la conferencia de Moscú establecieron claramente que todos aquellos participantes en esos hechos serían perseguidos al término de la guerra hasta el fin del mundo, y que una vez capturados, serían entregados en el exacto lugar en que hubiesen tenido lugar sus crímenes, para ser juzgados y ahorcados. Esa amenaza, que tuvo carácter universal, pesó incluso sobre el propio Himler que comenzó a aflojar la presión. Es seguro que pesó tambien sobre el franquismo. Tenemos una historia asquerosa, lo queramos o no.....


DEsde luego es increíble que en España nos esté gobernando un partido que se niega a condenar el franquismo y sus crímenes. En el resto de Europa y en el mundo se encarcela y persigue, por ejemplo, a las personas que niegan el holocausto. Al fin y al cabo, del holocausto nazi solo quedan como pruebas los testimonios de víctimas y verdugos, pero no queda constancia material apenas. Ni las cámaras de gas ni los camiones de gaseamiento ni los cuerpos de las víctimas han sido hallados realmente ni queda constancia documental apenas. Himler se encargó muy bien de hacer desaparecer cualquier evidencia comprometedora de lo sucedido. No en vano, hasta el último momento albergó la esperanza de que los aliados iban a olvidar lo sucedido y le considerarían a él como un interlocutor válido a la hora del fin de la guerra. El bígamo y jesuítico Himler sabía muy bien lo que hacía.Cuando la guerra terminaba, todas las instalaciones fueron dinamitadas y esparcidas hasta las cenizas. Por eso, ante la falta de pruebas materiales definitivas, no es extraño que aparezcan personas o grupos dispuestas a cuestionar lo sucedido. En España no es así. Aquí están las pruebas enterradas en miles de cunetas y cementerios. Los cuerpos reflejan las heridas de bala y las balas son las utilizadas por el ejército «Nacional». En España no puede haber «negacionismo». Por éso, el tema es aun mas grave.