Riego de la Vega - Leon

Toda la vida reivindicando el papel de las mujeres en todos los terrenos de la sociedad para acabar con una vicepresidenta del Parlamento autoritaria, prepotente y despótica.

Esta semana he sentido muchísima vergüenza al ver a Celia Villalobos, vicepresidenta del Congreso de los Diputados, destacada miembro del PP y ex alcaldesa de Málaga, negando la palabra a una serie de diputados que querían intervenir en el parlamento.

Teniendo como base que el Congreso debe ser un lugar para hablar, dialogar, confrontar ideas y discutir, el autoritarismo de esta señora resulta escandaloso.

Ella que va de progresista y discrepante en algunos temas con su propio partido, resulta ser una déspota a la hora de conducir debates. El presidente del Congreso debería plantearse seriamente el tema.

Pero no sólo el presidente, ¿su partido le ha llamado la atención? O simplemente miran a otro lado y no quieren entrar en polémicas con la mujer del gurú de Rajoy, Pedro Arriola.

Desde que se instauró la democracia en España no hemos visto actitud semejante y me duele especialmente que venga de la mano de una mujer.

En este país hemos sido muchas las que hemos luchado por nuestras libertades y derechos y de hecho lo tenemos que seguir haciendo pues desgraciadamente las conquistas sociales y de género no son eternas. Ya lo hemos visto con el Gobierno de Rajoy que está empeñado en devolvernos a los años 80. Y al paso que va lo conseguirá.

Vemos como se separan en los colegios a las niñas de los niños (a pesar de estar subvencionados por el gobierno) y más que lo veremos pues es un objetivo del ministro Wert: dejar a los centros más ultras bien colocados para que en un futuro puedan seguir cobrando subvenciones.

También temblamos al intuir lo que Gallardón hará con la ley del aborto, al mismo tiempo que el Gobierno ha dejado de financiar ocho marcas de anticonceptivos que afectará a más de un millón de mujeres.

Han quitado de un plumazo la asignatura “Educación para la ciudadanía” que como indica su nombre quería educar a los niños y a las niñas en la igualdad.

Todas las medidas que se tomaron con los Gobiernos de Zapatero buscando la igualdad de género se han ido al garete y por si fuese poco vemos aparecer a una señora negando la palabra a los representantes de los ciudadanos, gritando y gruñendo para al día siguiente decir que se pasó un pelín.

Sentí vergüenza porque la lucha de las mujeres es otra cosa.

Mercè Rivas Torres es periodista y escritora