Riego de la Vega - Leon

Bárcenas deja los hoteles de cinco estrellas por un cuarto en la sombra. Rajoy y el resto de la trouppe circense beben tila aunque no la beban en público. Y el famoso extesorero firma autógrafos en el patio. Pero hubiese preferido coger la mochila e irse con la música a otra parte. Tomar el dinero y correr hacia Canadá o las Bahamas. Pensará que en Suiza son unos chivatos y que no puedes fiarte.

Trasladó fondos a EEUU y Uruguay, guay, guay, desde sus cuentas suizas no bloqueadas, y el tribunal le pone entre rejas para proteger las pruebas relacionadas con su imputación. Como si hubiera previsto alterarlas… Pues sí. Tal vez fuese uno de los objetivos.

El pobre Luis no ha podido mantener su fortuna de más de 48 millones en Suiza, ni ahora puede dedicarse más a la ficticia compraventa de cuadros o a presuntos negocios inmobiliarios… Los documentos falsos, el blanqueo de capitales, los movimientos de cuentas en paraísos fiscales y lo que haga falta son simples minucias que no deberían provocar esta situación tan bochornosa para este hombre.

Quizá no sepa si implicar a todo el PP en la trama corrupta, una vez encarcelado, o si morderse la lengua. Sabe que han pretendido por todos los medios que no entrara en prisión. Aun así, no le han echado todos los flotadores que esperaba y ahí está. El caso es que es uno más en la trama Gürtel y puede perder los bienes que con sudor y lágrimas consiguió.

No seas malo, Luis, y colabora. No hagas más peinetas a la ciudadanía y no sigas negando las acusaciones que se formulan contra ti. Que cante el pájaro en la jaula y que florezcan los correos electrónicos o esos papeles comprometedores con notas de pagos. Sería muy comprensible que estuvieses cansado del fariseísmo de ciertos dirigentes y que no quisieras ser el único que disfrute unas frescas vacaciones en la sombra.

Las criaturas populares se sienten víctimas y exhiben su ética sin saber qué es eso. Alabaron al colega Bárcenas y ahora ni le nombran. El descaro y el delirio de estos personajes merecen un trofeo y cuentan con que cierta gente es capaz de digerir cualquier despropósito. Rajoy dice “ya tal” y se queda tan campante. Mejor dicho, con ese tic de guiñar un ojo que le delata.

Mariano no tiene miedo. Ni Cospedal. El grupo no se siente amenazado, respeta la decisión de la Justicia y se muerde las uñas. La transparencia contable del partido es obvia, tras el ingreso de Bárcenas, y el grupo quiere colaborar poniendo todas las trabas posibles. El “striptease” del PP es de antología. Y muy cierto. Queda con las nalgas al aire.

Cospedal saca pecho en vez de mostrar sonrojo. La derecha extrema nos devuelve la esperanza después de heredar una situación en la que “había que cambiarlo todo”. Mucho habrá que cambiar desde el primer minuto de juego cuando el PP abandone el timón. “Ya se ve la luz al final del túnel”, asegura esta señora en la tribuna de El Club de la Comedia.

Innovar, transformar, garantizar la recuperación económica y favorecer la creación de empleo es así. Éste es el buen camino para España y para Castilla-La Mancha en el segundo aniversario de la llegada de Cospedal al podio castellano-manchego. La transformación no es otra que diluir la democracia y dinamitar los derechos. ¿Se puede construir algo digno con una población cautiva y desarmada?