País mediocre Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra –principalmente- basura. Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional. Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir incluso a las asociaciones de víctimas del terrorismo. Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado. Mediocre es un país que no tiene una sola universidad entre las 100 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir. Mediocre es un país con una cuarta parte de su población desempleada, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los periodistas de un país vecino bromean sobre sus deportistas. Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada. Mediocre es un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, ó bailar por sueño, ó soñar por un baile ó por cualquier otro tipo de imbecilidad “popular” dicha por pseudo políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza. Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad. _________________________________________________________________ Desconozco su autor, pero estoy totalmente de acuerdo. Por eso lo comparto |