HISTORIA DE QUINTANAS DE RUEDA

RESUMEN DEL LIBRO DE MARIO GALLEGO SOBRE LA HISTORIA DE LA PARROQUIA Y EL CONCEJO DE QUINTANAS DE RUEDA.

En el Km 17 de la N-620, en la margen izquierda del rio Esla, elevandose 5 o 6 m sobre el nivel de este río, se asienta el pueblo de Quintanas de Rueda (León), enclave apropiado para vivir los hombres de todas las épocas. Los que encontraron los romanos en las laderas de Valdepozo, Paramillo y zarzales en el 150 A de C se cree que fueron los Astures Lancienses.

Astures, romanos, visigodos y árabes fueron los dueños de esta tierra hasta que quedan despobladas desde el valle del Duero hacia arriba por espacio de unos 150 años, con el fin de impedir a los musulmanes del avance. Abanzada la reconquista, se repuebla el territorio hacia la mitad del S.IX. En este tiempo la provincia de León es solamente el sur de la provincia de Asturias. Los reyes son Ordoño I, Alfonso III y Ramiro II, dueños de todas las tierras, que dan a quien quieren. Son ellos quienes autorizan a las familias a repoblar. Varias de estas familias se juntaron para formar una comunidad de aldea.

Los sínodos leoneses fijaron en un mínimo de diez el número de familias del asentamiento para darles la categoria de parroquia. Se exigían otros requisitos, como tener límites propios, tener un cura o rector al frente y una pila bautismal. Parroquia y concejo se forman a la par.

La primera noticia de nuestra parroquia es del año 979: Quintana de Santa Eulalia o Santa Eulalia de Quintana. En el 1046 figura Quintana de Valdepolo. En el siglo siguiente, en el 1104, aparece ya como Quintanas de Rueda. En el S. XIII leemos: Parroquia de Santo Tomas Apostos de Quintanas de Rouledo (Robledo). Vuelve a aparecer Quintanas de Rueda en el S. XIV y en el S. XV. A partir del S. XVI se lee indistintamente Quintana/s de Rueda tanto en los documentos civiles como en los eclesiasticos.

Entre las varias tradicciones del topónimo Quintana, nos decantamos por la que era osual en el S. X. Se entendia entonces Quintana como un caserío donde se labraban cultivos de diversa índole. La vivienda como tal consistía en "una corte con su casa y su antuzano". Una casa de semejantes características, que los apeos del S. XVII y XVIII "palacio" y que "frontea con el Riego" (y en cuyos alrededores se fue asentando el pueblo, nos da pie para pensar que la primera Quintana estuvo precisamente allí, muy cerca de la iglesia vieja. Pertenecia este término a San Juan de Robledo, pueblo situado en la Roma, cerca del molino y bordeado por el Camino Real "que va a Gradefes". Por cualquier causa, desaparece este poblado, pasando todo su haber (iglesia y términos incluidos a Quintanas). La ermita de San Juan de Robledo (recuerdo de aquel pueblo y su iglesia) sobrevivió hasta 1783. Y la cofradía del mismo nombre aun sigue vigente. Además de Robledo fue incorporado al Concejo de Quintanas.

Quintanas de Rueda perteneció entre otros, a la familia de los Enriquez, que desde su estado de Medina de Rioseco gobernaba este señoría de Rueda (con 42 pueblos y otros más). Tuvo su mayor poderio en los S. XV y XVI. En el S. XVIII, pasó, el señorío, a la Casa de Alba, hasta la supresión definitiva de los señores de las Cortes de Cadiz 1812. Los asuntos internos de cada pueblo (agricultura, ganadería y convivencia vecinal) eran regulados por las ordenanzas concejiles.

Una atracción natural hacia la carretera (aora camino real) y las humedades causadas por los regadíos del lino y expediente del riego desplazaron a la población del entorno de la iglesia vieja en dirección al Saliente. En el S. XVI había ya casas en la calle Pradillo. En el S. XVII la Era de la Calle estaba reducida a solares, tierras y prados. En el S. XVII ya había casas en el punto medio de la calle Mayor en el tramo que va del reguero hacia la carretera. La presa vieja regó las linares, el saltadero y el área de la iglesia vieja en una fecha bastante anterior a 1570.

La vida de estos labradores (26 vecinos en 1591) se movía al compás de los cultivos agrícolas y las tierras litúrgicas en medio de un mundo sagralizado. Su fe era profunda, sólida, mansa... con esa sobriedad y entereza que se dan la mano "en lo tocante a las cosas de Dios Nuestro Señor" con los trabajos de esta vida, que fueron muchos.

Sustituyó la iglesia vieja a otra del S. XII o XIII (cuya patrona y propietaria fue Dª Aldonza) que existió en el mismo solar donde un día arranco la fe de este pueblo. Se comenzó a construir al principios del S. XVI; la torre, a mediados. La portada, con su escudo es del S. XVI y tienedos capiteles góticos. De este mismo siglo es la cruz procesional y el patrono Santo Tomás, que es una talla de madera policromada. En el S. XVIII, y cuando Quintanas de Rueda apenas tenía 28 vecinos regentaron la parroquia cuatro curas muy activos. Ellos terminaron la iglesia construida más de doscientos años antes y la equiparon por dentro. El retablo mayor es de 1735.

Una casa molino harinero, propiedad de los Bedoyas que muele con tres piedras, se acredita en el S. XVII. Era un modino medieval que su propietario de 1840 (Lino Salán) equipó con las nuevas técnicas aparte de reformar el edificio. Entre maquila y maquila los vecinos echaban el cigarro y charlaban, un tanto ajenos a los graves acontecimientos que comenzarona fraguarse en el S. XIX: la invasión francesa, las guerras carlistas, la persecución religiosa, la desamortización y los continuos cambios de gobierno. La desamortización alcanzó de lleno esta parroquia pasando sus cuantiosos bienes a publica subasta, dejando, de paso, sin medio de vida a los labradores más humilde que llevaban las tierras de la iglesia por una exiguas renta. A otros grandes propietarios de tierras, como El Mayorazgo y los Bedoya, no les afectó esta medida.