Puente Castro - Leon

Santiago Ordóñez González
23/01/2009

Muy preocupante, sí, muy preocupante la deriva autoritaria que se vive en León. Desde que algunos leoneses y leonesas han empezado a reivindicar sus derechos, en la calle y en los despachos, se ha podido observar un proceso preocupante de “bunkerización” en el Ayuntamiento de León.

Ya en Julio pasado un policía local, acompañado de otros cuantos, la emprendió contra un hombre de 61 años en un pleno público. Acto inaceptable que no ha conllevado consecuencias contra los responsables de tal fechoría. Debo suponer que el Equipo de Gobierno PSOE-UPL comparte este tipo de comportamientos.

A partir de este pleno de julio de 2008, el Salón de plenos se ha convertido en una zona tomada por la policía local, los mismos que no pueden salir a la calle en ese momento y no son destinados a la creación de una policía de cercanía que impida verdaderos delitos. Este Estado permanente de excepción y miedo, miedo a las movilizaciones vecinales de Puente Castro, miedo a las manifestaciones y concentraciones de los vecinos de Cantamilamos y la Inmaculada, terror a la Plataforma contra el robo del servicio municipal de Agua, protagonizó su último capítulo en el Pleno municipal del pasado 16 de enero.

La Plataforma contra la Privatización del Agua de León, compuesta por todo tipo de colectivos sindicales, políticos, ecologistas, vecinales, ONGDS, Plataformas y Federaciones, llevó su particular “intifada poética” a la casa de todos y todas. La idea era leer en público una serie de poemas contra la venta de un servicio esencial y retirarse del pleno. Cuando el primer vecino inició su declamación ocurrió lo impensable.

El Alcalde “socialista” de León, adalid de la participación social y único defensor del consenso en la ciudad, no esperó ni al segundo aviso para imponer la Ley del Dictador. Por decreto Ley cuatro policías locales se abalanzaron contra Ramiro Pinto y le arrastraron como a un perro apaleado fuera del recinto.

Hago una breve parada para recordar que Ramiro Pinto fue un de los asistentes a la reunión con el PSOE, justo antes de las últimas elecciones municipales, en la que nuestro actual alcalde, junto a la dimitida por vergüenza torera (perdónenme mis amigas de los colectivos animalistas por utilizar estas palabras) Humildad Rodríguez, les aseguró que la privatización del Agua estaba olvidada y jamás se llevaría a cabo.

Continúo el relato. Mientras el PP permanecía en su estado habitual de incertidumbre. No se enteran de nada y esa es una de las causas por la que el Alcalde se cree Dios reencarnado. Un segundo intento de contraponer cultura y barbarie desembocaba en un receso y la orden tajante de desalojar el pleno.

Muy nervioso debe estar Francisco Fernández para empezar a aplicar la Ley marcial en los Plenos del Ayuntamiento. Muy avergonzado debería sentirse por correr junto a sus concejales, a esconderse en una sala contigua mientras se aplasta un poco más la endeble democracia que sobrevive en León. Muy patético me parece su recorrido desesperado por toda clase de medios de comunicación para defender lo indefendible.

Señor Alcalde de León, la privatización provoca deuda, no la reduce. Infórmese un poco o no mienta. Señor Alcalde de León, existen modelos de gestión municipal infinitamente más eficaces que las empresas mixtas y la gestión privada. Humildad Rodríguez lo ha demostrado. Señor Alcalde de León, si hay alternativas económica y socialmente más eficientes no lo niegue, aplíquelas, son consustanciales a los modelos de izquierda de los que usted reniega. Señor Alcalde de León, explique las verdaderas razones de su intento de despatrimonializar el Ayuntamiento y entregar un servicio imprescindible al lucro privado. Sí explíquelo, porque su cantinela derechista no cuela.

Ah! Se me olvidaba, absténgase de utilizar conceptos como semiprivatización o externalización. Cuando el gerente es privado la gestión e íntegramente privada. Cuando esto ocurre los consejos de administración deciden con los informes de la gerencia como única referencia. Quien quiera entender no necesita más datos.