Puebla de Lillo - Leon

La situación socioeconómica en el Ayuntamiento de Puebla de Lillo es extremadamente preocupante.
La dejadez de inversiones en la Estación Invernal de S. Isidro por parte de las administraciones públicas, la escasez de nieve en las últimas temporadas, el cierre de la mina de talco y la crisis existente en estos momentos, deberían inducir al Ayuntamiento a tomar medidas urgentes de reactivación de todos sus recursos, siendo los más accesibles, los recursos naturales.
El caos que se observa en cuanto a la desaparición de puestos de trabajo: establecimientos de hostelería, estaciones de esquí,… y de forma especial en la minería a causa del cierre de las minas de talco, sin que se haya alzado ninguna voz en defensa de los mismos, no parece dar tregua.
Solamente con el cierre de las minas no solo se han perdido los 50 puestos de trabajo directos, sino que ha hecho mella en los servicios: hostelería, gasolinera, comercio, cánones e impuestos a las administraciones locales,… Estas pérdidas suponen más de 4 millones de euros al año.
Estamos seguros de que cualquier Ayuntamiento en la situación actual de crisis en que vivimos y que tuviera los recursos naturales de que disfruta el de Puebla de Lillo, como son los relacionados con el turismo, ganadería y la industria (mineral de talco: Proyecto de Mina de Cofiñal), no descansaría hasta conseguir el aprovechamiento de los mismos, en beneficio de todos los vecinos y como no de las administraciones locales afectadas.
¿Qué ocurre con el proyecto de la mina de Cofiñal?
Se conoce el interés de la empresa propietaria en continuar con la investigación para una futura apertura de la mina; sin embargo es el propio Ayuntamiento el que entorpece el procedimiento, presentando alegaciones a la solicitud que hizo la empresa para realizar nuevos sondeos.
Dada la situación económica en España y el escaso atisbo de mejora en un futuro próximo, el solo hecho de continuar con la investigación ya albergaría la esperanza de que pueda abrirse una mina en un futuro próximo.
Esto conllevaría la:
• creación de muchos puestos de trabajo directos (no solo sería la mina, sino la planta de procesado,…),
• creación de puestos de trabajo indirectos (hostelería, talleres mecánicos, venta de combustibles, recambios,…)
• Ingresos a las administraciones locales (Ayuntamiento y Junta Vecinal de Puebla de Lillo, Junta Vecinal de Cofiñal) por impuestos directos y otras negociaciones.
El hecho de retrasar indefinidamente la posibilidad de la actividad de una empresa en una zona, hará que ésta busque otros emplazamientos menos hostiles.
Un alcalde no puede “condenar” gratuitamente a la población de su Ayuntamiento a carecer de una posibilidad de futuro, cuando la ha tenido en su mano.
Esto podría entenderse en épocas de bonanza económica en las que podemos primar el paisaje y evitar cualquier tipo de impacto medioambiental. Pero en la época en que estamos y estaremos inmersos, no caben los “escrúpulos medioambientales extremos”. Tenemos una administración que tiene los elementos necesarios para controlar los impactos que puedan crearse a causa de una actividad minera. Para un alcalde, ahora, debe primar el desarrollo de la actividad económica y el empleo de sus convecinos. No caben medias tintas ni dejar que pase el tiempo a ver si el “enemigo” se aburre.

Lo comodo siempre ha sido echarle todas las culpas al alcalde pero tambien deberíamos pensar un poco si realmente nosotros hemos hecho algo para no vernos hoy en estas circunstancias.
En estos años en los que las ayudas para crear empresas e infraestructuras han sido incluso hasta desproporcionadas en segun que casos y que muchos de nosotros no hemos aprovechado para asegurarnos un futuro y tambien estaban al alcance de la mano,hay que reconocer los errores de todos y primero los nuestros.Nunca creímos que esto llegaría pero ahora hay que intentar salir adelante.
Respecto a la junta vecinal de puebla de lillo espero que se porte mejor con nosotros que como se esta portando con los ganaderos de puebla de lillo sino lo llevamos claro.

El mayor patrimonio con que cuenta Puebla de Lillo es su entorno natural. Si destrozamos ese patrimonio, estamos hipotecando el futuro. Hay que pensar sistemas para la mejora de las condiciones de vida del municipio que valgan para ahora y también para un futuro a medio y largo plazo. Esa visión cortoplacista es la que nos ha llevado donde estamos : " maximizar el beneficio de unos pocos en el menor tiempo posible". Hay que pensar en el bien común tanto en el presente como en el de las generaciones futuras.

Mina de oro en Belmonte (Asturias)

Pasó todos los trámites ambientales ....

Que razon tienes camino alto pero el problema es que hoy en dia la mayoría no pensamos en el futuro sino en el día a día y ese es nuestro problema.