Pobladura de Somoza - Leon

El Bierzo

Con cuidado me quite la mota de carbonilla del ojo. No fue buena la idea de asomarme a la ventanilla del tren. En aquella época los trenes funcionaban con carbón, y lo prudente era ver los paisajes sin asomarse. Pasábamos túneles y mas túneles y de pronto el verde. El valle berciano se desplegaba ante mí con toda su belleza. Fue mi primer contacto, y un flechazo a primera vista. Atrás dejábamos la llanura castellana, con su paisaje, color ocre y sin árboles. El Bierzo era la puerta del paraíso y de la montaña verde. Pepe.