historia de pedrun de torio segun el cabildo de san isidoro
HISTORIA DE PEDRUN DE TORIO ,
Segun los datos del archivo de la basilica de San Isidoro Leon
Es difícil precisar en que momento exacto de nuestra historia surge un núcleo de habitación en torno al lugar que hoy conocemos con el nombre de Pedrun, pues la rica y fértil ribera del Torío, favoreció desde época temprana, el asentamiento humano.
Antes de la dominación romana, habitaron en estas tierras los satures, pueblo de orige indoeuropeo que mereció, por su valor y destreza en la guerra, ser conocido por los historiadores clásicos tanto latinos como griegos. Decían estos autores que los satures eran fuertes, hábiles en el combate, que habitaban pequeñas casas donde solían reunirse en torno al hogar para compartir comida e historias; que adoraban a la luna, al dios de la guerra a quien ofrendaban caballos y prisioneros en el cruel y sangriento sacrificio, a los bosques, a las fuentes y a otras divinidades. Se dedicaban a cultivar el campo, sobre todo las mujeres, pues los varones debían estar siempre dispuestos para el combate. La ganadería ocupaba, así mismo, un lugar destacado dentro de su economía. Cuando una cosecha era mala o el año no había cumplido con sus expectativas, solían atacar otros poblados vecinos, generalmente vacceos, con el único fin de aumentar sus recursos a costa ajena, política que les deparó no pocos enemigos.
La noticia de la riqueza aurífera de las tierras satures llegó a oidos de los romanos y , según los cronistas Orosio y Dión Casio, en el año 726 de la fundación de Roma (29 A.C,), el propio emperador Octavio (Augusto), sobrino y sucesor de Julio César, abrió las puertas del Templo de Jano y declaró la guerra a los satures y a los cántabros.
Algo más de diez años duraron las campañas hasta que el pueblo astur quedó sometido al Imperio.
Muchos fueron vendidos como esclavos y terminaron sus días en las Galias, otros conservaron su libertad y, con el tiempo, sus descendientes mezclaron su sangre con la romana.
El mismo Pedrun no quedó al margen de la conquista, incluso su nombre tiene raíces romanas, pues deriva de Petronius , o Petrunius, como se decía en estas tierras. Sin duda nos encontramos ante una pequeña villa romana que, probablemente recibe su nombre del primitivo propietario, Petronio.
Es bien sabido que estas villas IN RURE, eran no sólo establecimientos agropecuarios sino tambien, auténticos gestories y organizadores de la vida de su entorno más inmediato.
En sus cercanías se encuentra una de las principales vías de origen romano que atravesaban la provincia y, más concretamente las fértiles tierras regadas por el río Torío, hasta llegar al puerto de Piedrahita, la cual comunicaba el CONVENTUS ASTURUM, al que se encontraba adscrito Pedrun, con las tierras de los satures cismontanos. Estas redes de comunicación favorecieron el contacto y el intercambio sociocultural y económico de los, por entonces ya, ciudadanos del Imperio.
La llegada de los pueblos bárbaros en la primera década del S. V, D.C., Supuso la ruptura dramática de todo un modelo de vida, el tardorromano. El cambiofue más duro en las ciudades que en el campo por lo que durante los tres siglos que median entre el 411 y el 711, no sufrió grandes transformaciones el modelo de vida astur-romano, pese a incorporarse al nuevo reino visigodo de Toledo. Durante este periodo Pedrun, o se se prefiere, Vilar Petrunius, se encontraba dentro de la órbita territorial de la ciudad de León, bajo el mando de un Comes Civitatis (conde de la ciudad) con plenas atribuciones fiscales y en cierta medida militares.
Todo cambió en el año 711, cuando las tropas de Tarik y Muza se enfrentaron a las del soberano visigodo (Don Rodrigo) en Guadalete y le vencieron.
La conquista posterior de la península fue rápida, Por las tierras del Torío y , sin duda, por el mismo Pedrun, desfilaron las huestes musulmanas camino del norte.
El nacimiento del reino asturleonés supuso la incorporación de Pedrun y , en general, del Torío, a las tierras cristianaas. Ya en la época de Alfonso I (yerno sucesor de Pelayo), es decir, en el siglo VIII, poco después de la batalla de Covadonga, las tropas cristianas expulsan temporalmente a las musulmanas de esta zona, pero habrá que esperar hasta el siglo IX, para poder ver libre, definitivamente, del dominio árabe, las tierras del Torío.
Durante los primeros años del siglo X, León se convierte en la nueva capital del reino y a la ciudad queda adscrito un amplio territorio, dentro del cual se encuentra Pedrun, que disfrutaba de los mismos derechos y deberes inherentes a la capital.
La primera noticia documentada en la que aparece el nombre de Pedrun es en un diploma del rey Ordoño III, fechado a mediados del siglo X (entre el 951 y 956), por el que este monarca concede a la iglesia catedral de León, y al obispo Gonzalo, el castillo de San Salvador de Curueño con sus mandaciones y los hombres que las sirven, a lo que añade Ferreras y el villar de Pedrun.
El documento, que se conserva en el Archivo de la Catedral de León, en concreto dice así:
(Christus) Hordonius rex. Uobis patrones meis Sancte Marie semper Uirginies et Sanct Cibriani, antestite Christi, siue et patri nostro domno/ Gundisaluo episcopo. Per uius nostre preceptionis et serenisimam iussionem, ordinamus adque concedimus uobis ad inperandum /per hanc scriptura testamentei, qum homni intecritate, castellum quos uocitant Sancti Salbatore, quie este super ripa crepidinis/ aluey curonio, qum mandationibus suis uel hominis ei deseruientes, de aqua de Porma a ripa, et insuper Ferrarias, ab integras,/ Etiam et in ribulo Turiu uillar Petrunio, ab homni intercritates, cum suis terminis et cum omnes autantes in ea / uel qui ad autandum venerint, ad vestram cocurrante iussione et vobis reddant obsequium, si eorum abii et parentes/ usualem illis adfuiut. Et qui hunc factum nostrum infringere uoluerit, tam regia potestas quam populorum universitas, qui talia com serit,/ auferat Domnus nomen eius de libro uite et cumIuda, Domini traditore, lugeat penas tartar [eas] in profundum penis inferni ; et pro temporali damno, / exoluat ad parte eglesie auri libras b[in] a, et hunc factum nostrum plenam obtineat rouo [rem] et in perpetuum firmitate.
Nodus die / III idus octobris era DCCCC Lª...ª...IIII.
/(Christus) hordonius rex (signum)
Es decir, el rey entrega al obispo y la sede el lugar de Pedrun, al que califica de UILLAR, esto es, villa. Pero no sólo le concede el lugar, sino tambien, los hombres que lo habitaban en el momento de la concesión y los que lo habiten en el futuro, para que todos obedezcan a la sede legionenese y paguen los tributos que a esta correspondan. Sin embargo, tras exponer la forma de la donación, el soberano añade una apostilla: Que os paguen tributos, si es que esta era la práctica común de sus padres y abuelos, condición ciertamente curiosa y que salvaba parcialmente las libertades de los habitantes de Pedrun.
A finales de este siglo X, Pedrun, Ferreras y el castillo de San Salvador de Curueño, tomaron parte en la rebelión que, encabezada por el conde de Saldaña García Gómez, expulsó a Bermudo II de de la capital de su reino. Duró poco esta revuelta ya que la documentación nos refiere como fueron castigados los principales jefes de la misma y como la paz volvió cuando el monarca regresó de nuevo.
Paz que duró pooc ya que apenas si unos años después el célebre caudillo amirí Almanzor, arrasó estas tierras.
La destrucción y el abandono que sufrió parte de la actual provincia de León viene atestiguado en el Fuero de León otorgado en el año 1017 por el hijo de Bermuda II, Alfonso V, llamado por esta razón “el de los buenos fueros”. Pedrun, que pertenecía al territorio de la capital, quedó bajo el amparo de los mismos.
Esta situación se prolongó durante todo el gobierno de la dinastía navarra, hasta la época de Alfonso VII, el emperador, bajo cuyo poder se encontraban todas las tierras y reinos hispanos y del sur de Francia, desde Navarra a Barcelona y Toulouse.
La hermana de este rey, la célebre infanta Doña Sancha, que mereció el honor de ser considerada reina de León, en parte por su elevado nacimiento, en parte por la prestigiosa posición que le concedió su hermano, se convirtió en la señora más poderosa de su tiempo, recibiendo según la costumbres leonesa, el infantazgo. Este consistía en una serie de lugares, villas y tierras que pasaban a ser propiedad de una infanta mientras esta no se desposara o si entraba en religión. Parte del infantazgo de Doña Sancha lo formó el Valle del Torío, al cual pertenece Pedrun. Es bien sabido como la hermana de Alfonso VII amó y distinguió con sus donaciones al monasterio de San Isidoro, de León, panteón de reyes y custodio del cuerpo del Santo sevillano.
Entre los muchos bienes que pasaron a lpropiedad del cenobio se encontraba, el infantazgo de Valdetorío, como era conocido entonces, y con él, por supuesto, Pedrun.
Como lugar del abadengo de San Isidoro, recibió Pedrun, entre 1313 y 1324, unos fueros que especificaban qué tipo de exenciones especiales dentro del régimen general de gobierno del monasterio disfrutaba la villa. En la página siguiente ofrecemos una transcripción fidedigna de estos fueros en leonés antiguo, y una traducción al castellano actual, realizadas a partir del códice que contiene estos fueros y que se conserva en el archivo del Real Monasterio de San Isidoro de León.
1313-1324
Memorial de los fueros de Pedrún.
Archivo de San Isidoro, códice LVII, folio XVIII vuelto.
Estos son los fueros de Pedrun. Son diez e ocho foreros.
E deven dar sennas cuartas de çevada e sennos medios carros de lenna e sennas gallinas por el entruejo del aviento e otras sennas por el de cuaresma, e por el Sant Martino III sueldos, e un maravedi al abbad por jantar e otro maravedi de la iglesia por padronadgo.
E el merino quitarse por un maravedí
E qui vendir de poco o mucho de quanto valir pague el terçio
E la martiniega la mentad del Rey.
En este lugar crecen e menguan los fueros, e el merino ha de dar jantar al abbad
(TRADUCCIÓN)
Estos son los fueros de Pedrun. Son 18 foreros.
Deben dar sendas cuartas de cebada y sendos medios carros de leña y sendas gallinas por el antruido de Adviento y otras sendas por el de Cuaresma, y tres sueldos por San Martín, y un maravedí al abad por el yantar, y otro maravedí de la iglesia por patronazgo.
El merino se quita por un maravedí
Quien vendiere de poco o de mucho, pague el tercio de cuanto valiere.
La martiniega es mitad de San Isidoro y la otra mitad del Rey.
En este lugar aumentan y desminuyen los fueros, y el merino ha de dar yantar al abad.
Segun los datos del archivo de la basilica de San Isidoro Leon
Es difícil precisar en que momento exacto de nuestra historia surge un núcleo de habitación en torno al lugar que hoy conocemos con el nombre de Pedrun, pues la rica y fértil ribera del Torío, favoreció desde época temprana, el asentamiento humano.
Antes de la dominación romana, habitaron en estas tierras los satures, pueblo de orige indoeuropeo que mereció, por su valor y destreza en la guerra, ser conocido por los historiadores clásicos tanto latinos como griegos. Decían estos autores que los satures eran fuertes, hábiles en el combate, que habitaban pequeñas casas donde solían reunirse en torno al hogar para compartir comida e historias; que adoraban a la luna, al dios de la guerra a quien ofrendaban caballos y prisioneros en el cruel y sangriento sacrificio, a los bosques, a las fuentes y a otras divinidades. Se dedicaban a cultivar el campo, sobre todo las mujeres, pues los varones debían estar siempre dispuestos para el combate. La ganadería ocupaba, así mismo, un lugar destacado dentro de su economía. Cuando una cosecha era mala o el año no había cumplido con sus expectativas, solían atacar otros poblados vecinos, generalmente vacceos, con el único fin de aumentar sus recursos a costa ajena, política que les deparó no pocos enemigos.
La noticia de la riqueza aurífera de las tierras satures llegó a oidos de los romanos y , según los cronistas Orosio y Dión Casio, en el año 726 de la fundación de Roma (29 A.C,), el propio emperador Octavio (Augusto), sobrino y sucesor de Julio César, abrió las puertas del Templo de Jano y declaró la guerra a los satures y a los cántabros.
Algo más de diez años duraron las campañas hasta que el pueblo astur quedó sometido al Imperio.
Muchos fueron vendidos como esclavos y terminaron sus días en las Galias, otros conservaron su libertad y, con el tiempo, sus descendientes mezclaron su sangre con la romana.
El mismo Pedrun no quedó al margen de la conquista, incluso su nombre tiene raíces romanas, pues deriva de Petronius , o Petrunius, como se decía en estas tierras. Sin duda nos encontramos ante una pequeña villa romana que, probablemente recibe su nombre del primitivo propietario, Petronio.
Es bien sabido que estas villas IN RURE, eran no sólo establecimientos agropecuarios sino tambien, auténticos gestories y organizadores de la vida de su entorno más inmediato.
En sus cercanías se encuentra una de las principales vías de origen romano que atravesaban la provincia y, más concretamente las fértiles tierras regadas por el río Torío, hasta llegar al puerto de Piedrahita, la cual comunicaba el CONVENTUS ASTURUM, al que se encontraba adscrito Pedrun, con las tierras de los satures cismontanos. Estas redes de comunicación favorecieron el contacto y el intercambio sociocultural y económico de los, por entonces ya, ciudadanos del Imperio.
La llegada de los pueblos bárbaros en la primera década del S. V, D.C., Supuso la ruptura dramática de todo un modelo de vida, el tardorromano. El cambiofue más duro en las ciudades que en el campo por lo que durante los tres siglos que median entre el 411 y el 711, no sufrió grandes transformaciones el modelo de vida astur-romano, pese a incorporarse al nuevo reino visigodo de Toledo. Durante este periodo Pedrun, o se se prefiere, Vilar Petrunius, se encontraba dentro de la órbita territorial de la ciudad de León, bajo el mando de un Comes Civitatis (conde de la ciudad) con plenas atribuciones fiscales y en cierta medida militares.
Todo cambió en el año 711, cuando las tropas de Tarik y Muza se enfrentaron a las del soberano visigodo (Don Rodrigo) en Guadalete y le vencieron.
La conquista posterior de la península fue rápida, Por las tierras del Torío y , sin duda, por el mismo Pedrun, desfilaron las huestes musulmanas camino del norte.
El nacimiento del reino asturleonés supuso la incorporación de Pedrun y , en general, del Torío, a las tierras cristianaas. Ya en la época de Alfonso I (yerno sucesor de Pelayo), es decir, en el siglo VIII, poco después de la batalla de Covadonga, las tropas cristianas expulsan temporalmente a las musulmanas de esta zona, pero habrá que esperar hasta el siglo IX, para poder ver libre, definitivamente, del dominio árabe, las tierras del Torío.
Durante los primeros años del siglo X, León se convierte en la nueva capital del reino y a la ciudad queda adscrito un amplio territorio, dentro del cual se encuentra Pedrun, que disfrutaba de los mismos derechos y deberes inherentes a la capital.
La primera noticia documentada en la que aparece el nombre de Pedrun es en un diploma del rey Ordoño III, fechado a mediados del siglo X (entre el 951 y 956), por el que este monarca concede a la iglesia catedral de León, y al obispo Gonzalo, el castillo de San Salvador de Curueño con sus mandaciones y los hombres que las sirven, a lo que añade Ferreras y el villar de Pedrun.
El documento, que se conserva en el Archivo de la Catedral de León, en concreto dice así:
(Christus) Hordonius rex. Uobis patrones meis Sancte Marie semper Uirginies et Sanct Cibriani, antestite Christi, siue et patri nostro domno/ Gundisaluo episcopo. Per uius nostre preceptionis et serenisimam iussionem, ordinamus adque concedimus uobis ad inperandum /per hanc scriptura testamentei, qum homni intecritate, castellum quos uocitant Sancti Salbatore, quie este super ripa crepidinis/ aluey curonio, qum mandationibus suis uel hominis ei deseruientes, de aqua de Porma a ripa, et insuper Ferrarias, ab integras,/ Etiam et in ribulo Turiu uillar Petrunio, ab homni intercritates, cum suis terminis et cum omnes autantes in ea / uel qui ad autandum venerint, ad vestram cocurrante iussione et vobis reddant obsequium, si eorum abii et parentes/ usualem illis adfuiut. Et qui hunc factum nostrum infringere uoluerit, tam regia potestas quam populorum universitas, qui talia com serit,/ auferat Domnus nomen eius de libro uite et cumIuda, Domini traditore, lugeat penas tartar [eas] in profundum penis inferni ; et pro temporali damno, / exoluat ad parte eglesie auri libras b[in] a, et hunc factum nostrum plenam obtineat rouo [rem] et in perpetuum firmitate.
Nodus die / III idus octobris era DCCCC Lª...ª...IIII.
/(Christus) hordonius rex (signum)
Es decir, el rey entrega al obispo y la sede el lugar de Pedrun, al que califica de UILLAR, esto es, villa. Pero no sólo le concede el lugar, sino tambien, los hombres que lo habitaban en el momento de la concesión y los que lo habiten en el futuro, para que todos obedezcan a la sede legionenese y paguen los tributos que a esta correspondan. Sin embargo, tras exponer la forma de la donación, el soberano añade una apostilla: Que os paguen tributos, si es que esta era la práctica común de sus padres y abuelos, condición ciertamente curiosa y que salvaba parcialmente las libertades de los habitantes de Pedrun.
A finales de este siglo X, Pedrun, Ferreras y el castillo de San Salvador de Curueño, tomaron parte en la rebelión que, encabezada por el conde de Saldaña García Gómez, expulsó a Bermudo II de de la capital de su reino. Duró poco esta revuelta ya que la documentación nos refiere como fueron castigados los principales jefes de la misma y como la paz volvió cuando el monarca regresó de nuevo.
Paz que duró pooc ya que apenas si unos años después el célebre caudillo amirí Almanzor, arrasó estas tierras.
La destrucción y el abandono que sufrió parte de la actual provincia de León viene atestiguado en el Fuero de León otorgado en el año 1017 por el hijo de Bermuda II, Alfonso V, llamado por esta razón “el de los buenos fueros”. Pedrun, que pertenecía al territorio de la capital, quedó bajo el amparo de los mismos.
Esta situación se prolongó durante todo el gobierno de la dinastía navarra, hasta la época de Alfonso VII, el emperador, bajo cuyo poder se encontraban todas las tierras y reinos hispanos y del sur de Francia, desde Navarra a Barcelona y Toulouse.
La hermana de este rey, la célebre infanta Doña Sancha, que mereció el honor de ser considerada reina de León, en parte por su elevado nacimiento, en parte por la prestigiosa posición que le concedió su hermano, se convirtió en la señora más poderosa de su tiempo, recibiendo según la costumbres leonesa, el infantazgo. Este consistía en una serie de lugares, villas y tierras que pasaban a ser propiedad de una infanta mientras esta no se desposara o si entraba en religión. Parte del infantazgo de Doña Sancha lo formó el Valle del Torío, al cual pertenece Pedrun. Es bien sabido como la hermana de Alfonso VII amó y distinguió con sus donaciones al monasterio de San Isidoro, de León, panteón de reyes y custodio del cuerpo del Santo sevillano.
Entre los muchos bienes que pasaron a lpropiedad del cenobio se encontraba, el infantazgo de Valdetorío, como era conocido entonces, y con él, por supuesto, Pedrun.
Como lugar del abadengo de San Isidoro, recibió Pedrun, entre 1313 y 1324, unos fueros que especificaban qué tipo de exenciones especiales dentro del régimen general de gobierno del monasterio disfrutaba la villa. En la página siguiente ofrecemos una transcripción fidedigna de estos fueros en leonés antiguo, y una traducción al castellano actual, realizadas a partir del códice que contiene estos fueros y que se conserva en el archivo del Real Monasterio de San Isidoro de León.
1313-1324
Memorial de los fueros de Pedrún.
Archivo de San Isidoro, códice LVII, folio XVIII vuelto.
Estos son los fueros de Pedrun. Son diez e ocho foreros.
E deven dar sennas cuartas de çevada e sennos medios carros de lenna e sennas gallinas por el entruejo del aviento e otras sennas por el de cuaresma, e por el Sant Martino III sueldos, e un maravedi al abbad por jantar e otro maravedi de la iglesia por padronadgo.
E el merino quitarse por un maravedí
E qui vendir de poco o mucho de quanto valir pague el terçio
E la martiniega la mentad del Rey.
En este lugar crecen e menguan los fueros, e el merino ha de dar jantar al abbad
(TRADUCCIÓN)
Estos son los fueros de Pedrun. Son 18 foreros.
Deben dar sendas cuartas de cebada y sendos medios carros de leña y sendas gallinas por el antruido de Adviento y otras sendas por el de Cuaresma, y tres sueldos por San Martín, y un maravedí al abad por el yantar, y otro maravedí de la iglesia por patronazgo.
El merino se quita por un maravedí
Quien vendiere de poco o de mucho, pague el tercio de cuanto valiere.
La martiniega es mitad de San Isidoro y la otra mitad del Rey.
En este lugar aumentan y desminuyen los fueros, y el merino ha de dar yantar al abad.
Enviado por: bliscuo | Ultima modificacion:02-04-2008 19:56
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