Páramo del Sil - Leon

Esta mañana se han parado los relojes ante la demoledora noticia del fatál accidente de Jose. El pueblo está sumido en un llanto silencioso y desgarrador. ¡Estamos todos hundídos! Parece mentira... o una pesadilla de la que se puede despertar, pero la realidad es un mazazo de impotencia cruél. Es devastador imaginar a esta familia extensa, buena gente, humildes y trabajadores, nuestros vecinos de toda la vida, rotos por esta violenta y atroz injusticia. Se que el tiempo no lo cura todo, sino que aprendemos a vivir con ello. Se que no hay palabras de consuelo que abarquen vuestra desesperación, ni en este, ni en otro momento, pero sabed que no estais solos y que os queremos. No somos pueblo, somos familia y parece ser que la pálida dama adora a la juventud de este pueblo desde hace tiempo, y ya cansa tanto llorar y tanta mala suerte. La gente que tiene la gran suerte de tener fé en Dios, me harian el gran favor de preguntarle ¿dónde está?

Nunca te olvidaremos Jose,
Porque eras un joven más del pueblo, con tus defectos y tus virtudes como todos. Porque contigo hablamos, reímos, discutimos, nos codeamos tomando unas copas.
La muerte te llevó de nuestras vidas sin darte una mínima oportunidad, qué injusto. Como dice N.W.O., no somos pueblo, somos familia.
Yo también me pregunto donde está Dios.
Siempre estarás en mi corazón.