¿QUIÉN DEFIENDE NUESTRO PATRIMONIO? Sabero, hablemos de patrimonio. Publicado en "Diario de León", edición digital, el 23 de noviembre de 2.009. Firmado por Francisco Gallardo Mediavilla, concejal del ayuntamiento de Sabero. -------------------------------------------------------------------------------- Desde el cierre de la empresa Hulleras de Sabero en el año 1993 se ha perdido una parte importante de nuestro patrimonio industrial. De esta forma Hulleras de Sabero se deshizo de: La máquina de extracción del Pozo Herrera II; Toda la maquinaria de la Sala de Máquinas de La Herrera I; El Lavadero, Las baterías de cok y la Línea de Baldes de Vegamediana, como elementos más destacados, quedando los edificios vacíos, limpios de cualquier resto metálico por el que pudieran obtener un beneficio. Pero ¿Quién es el responsable de todo este patrimonio industrial? Que se sepa la responsable de todo el patrimonio de Castilla y León es la Junta, por medio de la Dirección General de Patrimonio, que es una de las direcciones generales de la Consejería de Cultura y Turismo. Teniendo en cuenta que cuando se cierra una instalación industrial, aunque sea con dinero público, la empresa sigue conservando sus propiedades (algo que no llego a entender), si no se crea una figura de protección sobre estas instalaciones, como pasó con las de Hulleras de Sabero, la empresa las vende por chatarra ya que su interés por el patrimonio y por el desarrollo de Sabero fue y sigue siendo nulo. Me gusta el valle de Sabero porque por su ubicación e historia se convierte en un espacio singular, tan especial, que en una zona mal comunicada, se crea el Museo Regional de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León mediante el Decreto 51/2008 de 26 de junio de la Consejería de Cultura y Turismo. Museo que se inauguró el 2 de julio de 2008. De acuerdo con el mencionado Decreto se establece su estructura básica para el funcionamiento del museo compuesta por un Consejo Rector y la Dirección. En el apartado segundo de las Disposiciones Finales del Decreto se indica que «En el plazo máximo de tres meses desde la entrada en vigor de este Decreto, se procederá a la constitución del Consejo Rector como órgano colegiado del Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León» Los tres meses se cumplieron el 1 de octubre de 2008, estamos a mediados de noviembre de 2009 y no tenemos noticias de que se vaya a constituir. También se indica en el Decreto los objetivos y funciones del Museo, que al no estar constituido el Consejo Rector, son responsabilidad de la Dirección. Uno de los objetivos, evidentemente, es la protección, conservación y difusión de los bienes culturales integrantes del patrimonio siderúrgico y minero que se custodien en el museo o le sean encomendados por cualquier título. En el apartado i) de las funciones del museo se indica que «Debe emitir recomendaciones a los órganos competentes en la materia sobre actuaciones concretas de protección, conservación y recuperación del patrimonio siderúrgico y minero de Castilla y León.» La Concejalía de Turismo, Industria y Medioambiente de Sabero lleva año y medio esperando que la Dirección del Museo nos haga alguna recomendación sobre el material a proteger o qué material que todavía mantiene el ayuntamiento puede ser de interés para el Museo. Hace unos días se publicaron en este periódico unas declaraciones del portavoz de la oposición del ayuntamiento de Sabero, Francisco García, actualmente ausente por voluntad propia de sus obligaciones en el ayuntamiento, considerándome máximo responsable de la protección del patrimonio de Sabero y pidiendo mi dimisión por la pérdida de dos máquinas diesel de interior, parece ser, convertidas en chatarra. Ya sé que me tiene un disimulado aprecio, pero es demasiado generoso por su parte considerarme más importante, respecto a la conservación del Patrimonio, que el Director del Museo Regional, que el director General de Patrimonio, incluso que de la propia Consejera de Cultura. Las máquinas desaparecidas estaban situadas desde el cierre de la mina en terreno particular de una empresa, sin ninguna protección y sin que la Dirección General del Patrimonio o la Dirección del Museo o el actual portavoz de la oposición las reclamasen. En un inventario de piezas museables encargado por la Junta de Castilla y León a José Antonio Balboa aparecen tres máquinas diesel de interior. De las tres solo se consideró recuperable la mejor conservada, conocida popularmente por «Trole», actualmente expuesta en el museo. Las otras dos tenían una mala conservación faltándolas numerosas piezas, de manera que los técnicos que hicieron la musealización de la Ferrería no las consideraron museables. Estas son las que se han llevado. La pérdida de estas dos máquinas, más allá de la importancia de haber destruido elementos museables en un futuro a pesar de su mala conservación, pone de manifiesto la fragilidad de la protección del patrimonio industrial de Sabero y la falta de preocupación por este patrimonio de los máximos responsables del mismo: la Consejería de Cultura y Turismo. Finalmente Francisco García acusa de dejadez al equipo de gobierno por la perdida de las máquinas mencionadas. ¿Cómo podemos calificar la falta de actuaciones, respecto a la protección del patrimonio industrial de Sabero de la Consejera de Cultura y Turismo, del director General de Patrimonio, del director del Museo Regional? ¿También deben dimitir? Siguiendo este razonamiento ¿Cuál sería la decisión que debería tomar Francisco García respecto su futuro político si con él como alcalde se ha perdido el extenso patrimonio enumerado al principio; si no se presentó a la subasta del complejo minero La Herrera II, perdiendo la posibilidad de recuperarla por poco dinero; si no solicitó a Hulleras de Sabero el castillete y la sala de máquinas de La Herrera I antes de que lo comprara la empresa donde trabaja; si votó en contra de la propuesta del actual equipo de gobierno de que el ayuntamiento forme parte del Consejo Rector del Museo; si no ha participado en las actuaciones realizadas en el Valle en defensa del patrimonio y todavía más importante porque solo dependía de él ¿Por qué tardó hasta diciembre de 2006 en solicitar la protección de las instalaciones de La Herrera I, La Herrera II y Vegamediana? Quince años después de ser elegido alcalde por primera vez y tras las continuas peticiones realizadas desde los concejales socialistas de Sabero y de que la Asociación del Museo Minero presentara un escrito a la Consejería de Cultura de la Junta solicitando la protección de La Herrera I se movió su interés por el Patrimonio y solicitó la protección de las instalaciones mencionadas. Bien es cierto que este patrimonio no le debe preocupar demasiado a la Consejería de Cultura ya que todavía no han contestado y ahora nos dicen que volvamos a hacer otro escrito volviendo a solicitar lo ya solicitado. La defensa del patrimonio no debe depender de si estamos gobernando o en la oposición y no debería ser utilizada de forma demagógica, como hace Francisco García. Hemos solicitado repetidamente a la Consejera de Cultura, en estos dos años y medio que llevamos gobernando, tener reuniones para establecer una política común de protección y recuperación del patrimonio industrial de esta Cuenca minera. Todavía no ha tenido tiempo de recibirnos ¿Cuántos elementos del patrimonio tendrán que desaparecer para conseguir que la Consejería de Cultura nombre el consejo rector del museo; para establecer una política común en defensa del patrimonio; para definir un proyecto a largo plazo con las actuaciones a realizar relacionadas con el patrimonio industrial?. -------------------------------------------------------------------------------- Nota: Desde la posición que venimos manteniendo en esta web con respecto a la protección del patrimonio minero-industrial del valle de Sabero, no podemos más que estar de acuerdo con todo lo aquí expuesto. Con respecto a la actitud de la Junta, basta un repaso al proceso de formación del museo -podéis ver parte del mismo en el apartado atentado de esta web- para comprobar que jamás mostró interés real, técnico, artístico o científico por defender este patrimonio. Y lo que es peor, ahora parece que trata de quitarse de encima la patata caliente que para ella supone la existencia del museo. Con respecto a algunos gestores municipales, los resultados de sus actuaciones son conocidos por todos los habitantes del valle y no vale la pena insistir en ellos. El artículo ya detalla bastantes. Con respecto a Hulleras de Sabero sólo podemos indicar su actuación indigna para con el conjunto del valle de Sabero y de toda la comarca -valga el caso de la cesión de terrenos para la instalación del tren entre Cistierna y Sabero-. Su único interés ha sido, es y seguirá siendo sacar hasta el último céntimo de sus viejas instalaciones y de las posibilidades que sus concesiones puedan traerla. Poco importa que los expedientes médicos de sus antiguos empleados estén tirados por el suelo de Vegamediana, nadie les va a denunciar; que tuviese depósitos de aceites y otros materiales contaminantes a pocos metros del Esla y sin ningún tipo de protección (afortunadamente la confederación hidrográfica les obligó a retirarlos ante el serio peligro de contaminación que significaban); el total abandono de sus viejas instalaciones, su altamente negativo impacto medioambiental, su falta total de vigilancia, su total carencia de prevención de posibles accidentes para todo el que voluntaria o accidentalmente se vea en el interior de sus pertenencias, y tantas y tantas otras cosas. Eso sí, ¡yo quiero que me dejen volver a explotar el cielo abierto, para degradar un poco más en entorno! A esto se suma la venta de terrenos donde existieron instalaciones mineras a particulares, con lo que el patrimonio industrial-minero deja de depender de organismos institucionales obligados a velar por él. Tal es el caso del castillete y nave de Herrera 1 (propiedad de Neal) y las instalaciones de Herrera 2, propiedad particular de quien no conocemos la razón social. Sobre todo lo dicho, solo queremos añadir algo más: No es posible la protección de este patrimonio si no somos capaces de hacer partícipes a todos los habitantes del valle de su cuidado y puesta en valor. Dedíquense las instituciones locales, autonómicas y nacionales (recordemos el Plan de Patrimonio Industrial lanzado por la Dirección General de Bellas Artes, el Ministerio de Educación y Cultura y las Comunidades Autónomas en 2003, en que se incluía la protección de todo el valle de Sabero entre los 49 bienes industriales a proteger) a sus labores y hagan efectivos sus compromisos. Exijan a Hulleras de Sabero la protección y conservación de este patrimonio. Oblíguenla a la cesión de los mismos si es necesario, o procedan a su expropiación y hagan ellas las funciones que la empresa no ha sido capaz de llevar a cabo en estos años. Priven a la empresa de sus concesiones si es menester para que no pueda especular, otra vez más, con la venta de parte de sus propiedades, sean cuales sean. Resumiendo: Procuremos, entre todos, educar a las gentes en el respeto a su pasado, incluidas las empresas, y exijamos conjuntamente todos los habitantes del valle, sin colores ni partidos -que somos pocos y, por lo visto, no bien avenidos; demasiado cerrados algunos en el espacio municipal como para entender que hablamos de algo mucho más trascendente que ocupar un sillón en el ayuntamiento o en cualquier otra institución- que cada cual cumpla sus obligaciones en lo que debe de ser el logro de este objetivo común.
|