León - Leon

Facturas!!!!!!!!!!!
Hay autonomías en las que se está entregando, o se va a entregar, una factura "informativa" del coste que ha supuesto nuestra visita al médico, de la asistencia que recibamos en Urgencias, de la intervención quirúrgica que hemos sufrido o de cualquier gasto que ocasionemos por ponernos enfermos.


Lo hacen, o lo van a hacer, con la "sana" intención de que tomemos conciencia de lo que cuesta atendernos, aunque seamos nosotros mismos, con nuestros impuestos y cotizaciones, los que pagamos.

Me parece excelente.

Ahora, esta medida hay que complementarla con otra:

Cada vez que el Rey o su familia, el Presidente del gobierno, los ministros, los secretariosde estado, los subsecretarios, los directores generales, los presidentes de comunidades autónomas, sus consejeros, sus viceconsejeros, sus directores generales, los diputados del parlamento nacional, los diputados autonómicos, los senadores, los presidentes de diputaciones, los alcaldes, sus concejales, y demás chupópteros se suban a su coche oficial,


¡¡que se les entregue la factura!!



Cuando todos estos vayan a las ciudades o pueblos, al fútbol, al tenis, a los coches y las motos, al teatro, a los toros, etc., con el consiguiente despliegue de las fuerzas de seguridad del estado, guardia civil, policía nacional, autonómica y/o local, guardaespaldas, etc.,





¡¡que se les entreguen la factura!!


Cuando asistan a la multitud de fiestas, recepciones, comilonas, que se organizan por cualquier cosa, en ciudades, pueblos, ferias, exposiciones, inauguraciones, etc.,




¡¡que se les entreguen la factura!!.





Cuando utilizan las Tarjetas Visa para pagar, la mayor parte, gastos superfluos, comilonas, internet, ropa, cine, saraos, etc.,


¡¡que se les entreguen la factura!!.





Cuando se suban en trenes o aviones para viajar en clase especial, alquilen coches, inviten a sus amigotes, etc.,


¡¡que les entreguen la factura!!.


Todo ello, claro, con la única intención de que "tomen conciencia" de lo que nos cuesta a los ciudadanos mantener tantos (Y NORMALMENTE TAN INÚTILES) cargos públicos.

Aunque casi sería mejor que nos las entregaran a nosotros, así también sabriamos cuánto nos cuesta que nos malgobiernen y, quizás, algo haríamos al respecto.