PoesÍa viejo puente de madera VIEJO PUENTE DE MADERA Viejo puente de madera, el agua por tu arco pasa, lágrimas a ti te riegan cuando el ser que para siempre, el pueblo de Lario deja. No sólo lloran las gentes de esta mi querida aldea, también lloran las campanas y redoblan con tristeza recordando, que hace años para este ser que hoy nos deja, ellas mismas han tocado de diferente manera. Suena la campana grande que desde la torre observa la confusión de las gentes comentando la tragedia. Cuando la maza de bronce en sus paredes golpea, ¡es demasiado temor para tan pequeña aldea!. Hombre que por mí has pasado a recoger tus cosechas y a dar sepultura a otros ¡oh eslabón de fiel cadena! la vez a ti te ha tocado y ya no pasas…te llevan. Regresáis del cementerio cabizbajos y con pena pero ¡qué pronto olvidáis el destino que os espera!, como si eso de morir para vosotros no fuera. Del pueblo estoy alejado y aquí me encuentro muy solo pero tenéis sin embargo por qué recordarme todos. Ahora ya no soy el puente de las podridas maderas ya no se quiebran mis vigas ya no crujen mis traviesas pero al fin ….nada ha cambiado sirvo para lo que sirviera ligera carga me echáis pero a mí mucho me pesa. Antes vecinos tenía ahora que solo me encuentro ¡Ay tío Juan y tía Tomasa! Mucho os echo de menos. Alguno viene cantando, pero cuando a mí se acerca y divisa el cementerio enmudecido se queda, como sí alguien al oído con voz de juez le dijera: “¡Silencio! no metas ruido, no cantes que los despiertas”. Y ya cuando por mí pasan nadie canta, todos rezan. Camino del cementerio tú, sólo me hablas de penas. Las gentes me dejan solo, y astutamente se alejan para gozar de placeres y no pensar en tristezas. Lamentable error humano, no consiguen lo que intentan cuando más os distanciáis cada vez estáis más cerca. Soy puente y sirvo de paso entre esta vida y la eterna. Puente de la tía Tomasa, viejo puente de madera. Manuel Valbuena Rodríguez |