Laguna de Negrillos - Leon

En la mitad de la noche la voz del Señor me despertó, miré a un lado y al otro, y nada extrañó vi en mi habitación, así que me di media vuelta en la cama, para volverme a dormir, no dando importancia a esa voz que escuché. Pero cuando de nuevo iba a reconciliar el sueño, otra vez esa voz me volvió a llamar por mi nombre, así que sin abrir los ojos, me incorporé y me senté al borde de la cama para levantarme, en ese momento, abrí los ojos, y mi sorpresa fue monumental, porque yo NO me encontraba en la habitación, sino que me encontraba en una senda, de la que emanaba Luz.-

Al observar detenidamente ésta Senda del Amor, pude ver que había una roca, y sentado sobre ella se encontraba Jesús. Supe que era el Señor, por las yagas de sus manos. Jesús levantó su rostro, y mirándome con sus ojos llenos de Paz y de Amor me dijo: Observa a esta niña que camina hacia mi persona y da testimonio de lo que aquí veas y suceda, porque esta niña a la que ves caminar se llama Matilde ¡Pero Padre! le dije al Señor, Matilde es adulta, más éste Espíritu que ahora veo caminar por La Senda del Amor, es tan solo una niña, y yo conozco a Matilde, fue compañera mía en mi infancia y en mi adolescencia.-
El Señor me miró y con su voz llena de Paz y Amor me dijo: La persona que tú has conocido como Matilde, compañera y amiga tuya, pertenece al pasado, su tiempo de prueba en la Madre Tierra ha finalizado. La niña que viene caminando por La Senda del Amor, es la Niña Espiritual que todos mis Hijos e Hijas terrenales llevan dentro de si mismos. Aunque la humanidad se convierte en adultos, en la forma de pensar y actuar, lo deben de hacer siempre con la inocencia de la niñez, y Matilde nunca ha perdido ni esta inocencia ni esta niñez, por esta razón he salido a recibirla, esta niña es una de mis hijas, y nunca más verá la tristeza. Por éste motivo, darás testimonio de esta verdad y de todo lo que hayas visto. Así que me quedé observando lo que ocurría en La Senda del Amor, como el Señor me dijo, lleno de alegría, de felicidad y al mismo tiempo lleno de estupor.-

Pude ver como Matilde se acercaba con paso lento hacia el Señor, más el Señor con todo su amor le decía, ¡no temas!, porque caminas por La Senda del Amor, Matilde le contesto al Señor, ¡no temo!, lo que ocurre es que no sabía por donde estaba caminando, ni que lugar era éste. Vi como El Señor le extendió su mano y como Matilde la acepto. Mientras caminaban juntos hacia la Luz, Matilde le decía al Señor: Recuerdo todo lo que he hecho, pero estoy sorprendida, porque mi Cuerpo Espiritual es el de una muchacha de 15 años. Matilde se volvió sobre sus pasos y le dijo al Señor, ¡me gustaría decirles adiós porque no me pude despedirme de ellos!, Jesús le dijo a Matilde cierra los ojos y vuélvelos abrir.
Matilde obedeció al Señor, y al abrir los ojos, Matilde contemplaba con toda su grandeza, el planeta tierra y se vio así misma flotando en el espacio.-

Jesús le volvió a decir a Matilde, cierra los ojos y ábrelos. Matilde así lo hizo y se encontró contemplando a todos sus familiares, sujetó con fuerza la mano del Señor, hasta que poco a poco se fue tranquilizando, y cuando se encontraba ya serena y tranquila le preguntó al Señor. ¿Puedo despedirme de ellos?, SI, contesto el Señor. Matilde acercó su mano a la boca y depositando un beso en ella, desde La Senda del Amor dirigió la mano hacia todos sus familiares que con todo su amor y corazón veía, y suavemente soplo sobre su mano, de manera que el beso depositado en la mano fue transportado, y todos sus seres queridos sintieron un suave beso acompañado de una suave brisa, llena de Paz y llena de Amor. Fue el último beso que Matilde con todo su corazón les dedico, y con sus últimas palabras llenas de Paz y de Amor a todos ellos les dijo, ¡hasta pronto!.

El Señor dirigiéndose a Matilde le dijo ¡Nos vamos¡, SI, contesto felizmente Matilde. El Señor entonces le dijo: Cierra los ojos y ábrelos, Matilde así lo hizo, y cuando de nuevo abrió los ojos, se encontró de nuevo caminando junto al Señor y sujetando su Santa mano, vi como ambos caminaban por La Senda del Amor. El Señor mientras caminaba a Matilde le iba diciendo: La vida terrenal es un tiempo insignificante, es como un abrir y cerrar de ojos, es como un puntito en el firmamento que apenas se ve. Lo importante Matilde, es que al final del tiempo terrenal, que en realidad es una prueba, para que la humanidad encuentre por sí misma la verdad, respetando el albedrío que Yo les he otorgado.

A medida que caminaban juntos hacia la Luz Celestial, Matilde se soltó de la mano del Señor y echo a correr, y mientras lo hacía le dijo al Señor, ¿a qué no me coges?, Jesús pícaramente dejó que se alejara un poquito, comenzando a correr detrás de ella, para que Matilde no perdiera la ilusión de llegar la primera a la Morada del Señor, de esta manera los perdí de vista a los dos, viendo como juntos se introducían en la Luz que marcaba el final de La Senda del Amor, y que es la Morada de Nuestro Padre Celestial, y Residencia de los hijos e Hijas Espirituales de Nuestro Padre Celestial.-

Más cuando mis ojos se acostumbraron a la nueva situación pude ver como Matilde, extendía su mano hacia Jesús y le dijo:
Padre Espiritual: Me siento muy feliz y orgullosa de poder estrechar personalmente Tú Santa Mano, porque desde que lo he hecho, mi Espíritu esta lleno de Tú Amor, Alegría, Paz y Felicidad y tras haber finalizado mi tiempo terrenal, Señor Tú me has aceptado como a una de tus hijas, y por este hecho siempre estaré gozando de la compañía de Nuestro Padre Celestial y Eterno para toda la eternidad. Por todo ello y de todo corazón, muchas gracias Padre por haberme concedido esta Gracia y esta Gloria, respetuosamente hacia vos, Matilde.-

Despedida de un amigo.
“Estimada Matilde”: Con añoranza, siempre te recordaré. Cuando contemplo tus fotografías, la sonrisa vuelve a mi rostro, recordando los momentos felices de la adolescencia, recordándote como a una amiga que siempre he tenido. Recibe con todo mi corazón este guiño de amistad, porque en verdad te digo que nos volveremos a ver y en este momento tan importante Matilde, no me he olvidado de ti, para que sigas siendo una buena amiga en mi corazón.

Ayer día 22 y a las 22 horas a los tuyos les dijisteis a dios, pero antes de irte pude como amigo despedirme de ti con todo mi corazón y le agradecí al Señor, que me hubiese dado esa oportunidad de poder depositar en tu frente ese beso de despedida y de amigo pues lo deje depositado con todo mi corazón.- Afectuosamente hacia tu persona José-Vicente.-
Laguna de Negrillos, 23 de Enero del 2.015.-

Ahora te metomas la Tilita una aspirinita y a dormir que has escrito mucho