Un antiguo alumno del Colegio, desde el Foro de Muelas de los Caballeros La Virgen del Camino está a un tiro de piedra de León, y a sólo 100 km. de Muelas. Allí hay un Santuario Mariano cuya financiación corrió a cargo del hacendado Pablo Díez Fernández, vulgo don Pablo, no se sabe si para ganarse los cielos o simplemente para lavar sus miserias. El caso es que había sido emigrante, en Méjico, y parece que le había ido muy bien. El arquitecto del Conjunto (hay también un convento y un colegio) es el padre Curro, es decir, don Francisco Coello de Portugal. Al lado del Santuario hay una altísima torre de hormigón que apunta directamente hacia el cielo con sus campanas en fila. El frontispicio del templo es un bronce múltiple de José María Subirachs, el escultor catalán que, finalmente, ha tenido su apoteosis en Barcelona, con la Sagrada Familia. Las vidrieras son de Roberto Rafols Casamala, con aportaciones de Fray Domingo Iturgáiz. Éste, cuyos mosaicos se reparten profusamente por el Colegio, era profesor de Isidro cuando fue a verle su padre. Con su padre le dejó, y con sus nuevas, algunas de ellas tristes: - Me voy a Francia, Isidro, vengo a despedirme de ti. Cruzaron el Bernesga con parsimonia y, gozándose mútuamente, pasearon por Papalaguinda y por Ordoño II; después comieron congrio con patatas en un restaurante que había frente a la Casa de los Botines, un edificio modernista, situado junto al Palacio de los Guzmanes, cuyo arquitecto es Gaudí. Al restaurante, según recuerda Isidro, se entraba por la Plaza de San Marcelo, donde había muchas palomas... Mariano Estrada Fragmento del relato "Las raíces del lirio" |