La Pola de Gordón - Leon

Todos los seres tienen ideas que fueron incorporadas en el transcurrir de sus vidas, en función de la formación y del entorno que tenga y haya tenido.
También es cierto que las ideas se plasman cuando está hecho lo que se pensaba hacer.
¿Pero qué pasa cuando ese plasmar de las ideas no surge de la manera que queríamos o nunca surgió?
Es normal que se produzca frustración y desilusión por no llegar a concretar la idea definida. De ahí que muchas personas se tornen cómodas ante situaciones que no pueden cambiar.
También hay que saber de antemano que si se especula con el resultado y con el egoísmo o poder desmedido de hacer solo lo que yo quiero, y de no respetar las opiniones del otro, puede ser que esas ideas se desvirtúen por no tener el flujo de los buenos valores humanos. Por eso hay que aceptar las diferencias y a partir de una idea, cambiar las formas, entendiendo que cada ser es único y tiene el derecho de pensar ideas diferentes, así las decisiones van a ser aceptadas por todos aquellos a los que influyen.
De esa forma plasmar una idea que haga bien a uno mismo y al entorno, es bueno para que mejoren en los resultados.
Dichas ideas se plasman cuando el resultado se ha concretado en lo pensado.
Pero no hay que depender de los resultados, porque eso genera ansiedad.
Adecuarse a los cambios y a las otras ideas siempre se produce cuando la humildad y el amor al prójimo prevalecen y están latentes en nosotros.
Cuando el sentido emocional y el racional pueden fusionarse de una forma transparente, genuina y clara, es probable que las ideas puedan ser planteadas y optimizadas en un hecho concreto.
Depende de cada uno que la idea surja con la fuerza y constancia que es posible.

enga ya.... voto por la anarquía total.

-Las ideas son como las pulgas, saltan de unos a otros pero no pican a todos.-