Ni percibo ni concibo POMA 146. NI PERCIBO NI CONCIBO No percibo la lluvia arreciando la noche ni concibo seca gota solitaria en tu sábana agotando los grifos sudorosos de mi frente calando en humedales desagües del deseo oído en que zumba la lluvia de mi anhelo. No percibo ser oasis y lago en tu sueño ni concibo ser la coartada entre tus presas porqué aún siento ser catarata de un cauce despeñándose desde la altura de mi mente saltando hacia el vacío de tus promesas. No percibo agua empapando mi arteria ni concibo no verter deseo hacia la fuente del que emanará sentimiento de un querer absorbiendo los dulces brebajes de la vida hasta vaciar los aluviones de indecencia. No percibo ver pasar la lluvia del tiempo ni concibo ser secano rastrojo de tu cosecha porque soy vida y todavía existen los deseos encauzaré mi lluvia en un caudaloso sueño para regar en la semilla que plantaremos. Enrique Tamayo Borrás a 08/09/2012 |