PADRES La luz era el reloj de sus jornadas, Largas jornadas rompiendose los cadriles, bregando por montes y rastrojos, labrando una tierra desagradecida y dura y amasando sueños que en eso quedaron, trabajando lo injusto y comiendo lo justo de un zurron tacaño, en el que siempre quedaba algo que llevar en nombre de ("pan de pajarines") a los sus rapaces que esperaban en casa. Duras jornadas de siega y acarreo, labrando un campo del que poder atrapar una mísera y necesaria cosecha. Gastando alpargatas por los campos y caminos.Cuidando ganados con los que abastecer despensas y pucheros.Imaginando otros mundos y otros destinos, mientras secaban sudores y mojaduras. Renunciando a descansos y vacaciones.Robando ratos a los domingos, misas y misereres para echar una partida de cartas y a veces de bolos. Trabajando lo propio y lo común para levantar este pueblo piedra a piedra...Y la mina , la p... mina. Madrugones palpando nieves y frio para llegar, antes del alba, a una lejana bocamina donde prolongar la noche. Muerte agazapada entre negras galerías de antracitas verticales. Muerte anunciada vestida de silicosis, royendoles los pulmones y robandoles un futuro de nietos y sosiego. A la escuela fueron lo justo; pero la vida les enseñó a ir siempre con onradez y el corazón por delante. Paisanines de esta tierra leonesa que caminaron siempre con la mirada alta y soñando otros orizontes para sus hijos. Saludos Esther |