Óscar López La Crónica de León PARAÍSO TERRENAL / Manuel C. Cachafeiro Óscar López La verdad que Óscar López ha dado un buen repaso al PP de la Junta en este mes de agosto. Con presencias puntuales por todas las provincias, ha sabido marcar el ritmo y ha obligado a los dirigentes populares a salir, aunque sea para inaugurar por séptima vez una obra. López es la pareja perfecta para un Miguel Alejo, que parece que lleva toda la vida al frente de la Delegación del Gobierno de Castilla y León. La rivalidad que en su día algunos buscaron con Villalba, no se está dando con López. Alejo visita y certifica las obras y López propone. El PSOE de Castilla y León cree tener, por primera vez, un líder con capacidad de enfrentarse a un Herrera pletórico y sin contrincantes ni dentro ni fuera del partido. López, un madrileño que pasa los veranos en Riaza, ha sabido hacerse con el partido de la mano de José Blanco y hace y deshace. Marca el tono de las críticas y es duro y muy concreto en una dialéctica que da donde más duele. Hasta las próximas elecciones municipales y autonómicas tiene tiempo de consolidarse. La realidad vendrá al día siguiente, con los resultados electorales. López tiene todo el poder, pero en León le falta mucho. Le falta conocer la idiosincrasia de los leoneses y le falta un discurso que cale. Si piensa que los leoneses se van a dar por satisfechos con un acuerdo sobre cajas que no deje la sede en León, o si piensa que la Sama-Velilla se puede construir dejando satisfechas a todas las partes, yo le auguro un mal camino. Zapatero será al fin y al cabo el que dé y quite votos. Si el PSOE llega en forma al 2011, ganará en León. Si los vientos de crisis soplan, los socialistas leoneses volverán a sus posiciones de toda la vida. Óscar López tiene todo el poder, tiene imagen y es un buen político, pero la realidad de Castilla y León es otra. Es otra donde el PP gana en Zamora haga lo que haga. El mapa de la comunidad sólo puede variar a medio plazo si se dan una serie de situaciones muy especiales. Así es. De todas formas, no se le puede quitar el mérito de lo que ha hecho en este agosto que toca a su fin, con el fiel escudero, dicho con todos los respetos, de un Miguel Alejo que aguantó en la parte baja de la rueda cuando algunos le marginaron y que ahora tiene el reconocimiento por sus méritos, incluso del PP, aunque no lo digan.
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