San Miguel, santa Bárbara y San Antonio con el Niño. Falta La Immaculada. Recuerdo este retablo de madera labrada y su incalculable valor cultural. Me parece que San Miguel pasó cierto tiempo al relente en la fachada de la iglesia.
Pero recuerdo mucho más el aire nuevo que entró en esa iglesia; más luz, más alegría. Y recuerdo al albañil José Castro esculpiendo los gravados que constan en la mesa de mármol del altar. El golpear rítmico del martillo sobre el cincel... el mecagúen en.... la voz en hoz de don Vitorino, "Castro, no jures, deja en paz a los santos".
Una imagen seguirá evocando más recuerdos que mil palabras.
Gracias y un abrazo, aiwa.