Ciñera - Leon

Entra una mujer en su casa y encuentra a su marido con otra, ella coge un cuhillo y le corta el pizarrin a el.
Sale furiosa coge el coche y se va, circula a mucha velocidad y de repente tira el pizarrin por la ventana.
Aparecen dos borrachines condueciendo y el pizarrin cae en el limpiaparabrisas de su coche.
Se mira un borracho a otro y dicen jolin que pedazo pizarrin tenia el mosquito.

Saludos abrazos y achuchones desde la capital del Reino.

Es que en algunos sitios hay cada mosquito que no veas, y el pizarrín el proporcional al tamaño.

Un saludo

Menudos pájaros pintos. Esta semana olvidé comprar matamoscas en carrefour.

Voy a ver si me cunde el tiempo; parece que las horas se derriten.

¡Zzzzzzz....¡...

Jolines .... ¡ Plaf... !...; este no vale... ¡ plaf... ! este tampoco...

Nada, ni con las gafas puestas.

Cuidado que algunos son peligrosos y pueden picarte ferozmente, las avispas esas si que son la puñeta, sobre todo si vas al volante y tienes la suerte que entre una se te cuele debajo del polo y te aprete varios mordiscos, eso me paso a mi cuando vivia en Mallora, suerte de controlar y no dar un volantazo pues las consecuencias hubiesen sido graves, eso si la aplaste debajo de la prenda con dolor pero puede con ella.
Yo ahora la gafas para todo lo que tenga que leer, se nota que me acerco a los cuarenta añitos me lo dijo el doctor ten cuidado que cuando llegues a los cuarenta notaras algunas carencias y acabo de cumplirlos y es verdad.
Besos abrazos y achuchones.

Alfonso, estás en la flor de la vida, así es que disfrútalos porque sin darte cuenta entras en los 50, y a nada que te descuides en los 60. Cierra bien la puerta y no dejes que pase el tiempo. Dile que se pierda por otros andurriales

Un abrazo

Me parece, amigos, que vosotros dos estais viviendo el tiempo "rebobinando" y haceis trampilla. Tengo en cuenta la Teoría de la Relatividad de Einstein.

Hoy he pensado que voy a dejar la puerta abierta al tiempo, que entre todo el que quiera. Intentaré aprovecharlo; y, si hay mucho, al menos me liberaré de protestar porque sea escaso.

Sólo en ciertos momentos de la vida nos acordamos del tiempo. Cuando lo disfrutamos no queda un segundo para agradecerlo. Cuando es triste, todo lo empleamos en contar lo poco que nos acompaña.

Querer valorar mi tiempo me hace sentir que no lo pierdo; aunque esté cabreada con las respuestas de la vida.

Mi cariño por lo mucho que contais para mí.