Ciñera - Leon

Hala, a ver si es verdad que teníamos la boca tapada sin merecerlo.

Un saludo.

Es cierto,¡¡¡nos quitaron la mordaza!!!

Creo que la boca no nos la pueden tapar querida Mari, de ser así les morderiamos la mano antes de ponernos las mordazas ó el bozal.
Se supone que todavía este es un pais libre aunque viendo y observando algunas cosas tengo mis dudas, a veces la democracia acaba nublando la vista a la población que acaban confundiendo la libertad con el libertinaje y con el tiempo las cosas cambian para peor y se pasa al otro extremo.
La historia tiene muchos ejemplos de ello y seguimos cometiendo los mismos errores, pero este no es sitio para politicas ni cosas por el estilo aqui venimos a pasar buenos ratos y a saber de gente que nos importa y que no sabiamos de ellos y de nuevos que no conociamos y que a traves de este medio maravillosos conocemos y nos alegramos de ello.
Abrazos para todos y todas.

Querido, queridísimo Fonso; que no es cuestión de que de que puedan taparnos la boca. Tú fíjate; te compras un aparatito y puedes charlar con los amigos sin tener que pegar un lametazo al sobre, otro al sello, el paseito al buzón... la parsimonia del cartero... Ves las fiestas del pueblo y los carnavales calentito en el sofá y te pones de acuerdo con los amigos en el menú del día... de vez en cuando pasa un vecino, una vecina, alguien que estaba perdido en tu recuerdo... Te cae bién esta persona, haces una nueva amistad.... Alguien mete la pata y sele disculpa con cariño............ Vamos, todo un tres en uno.

Pero, Fonso, a mí me parece importante hablar del CASTILLETE. No lo considero política, es un asunto nuestro, de los cazurros ciñerenses. Y me gustaría seguir la conversación con las personas que lo deseen; sin guerra, diálogo del sentir, del cariño por La Tierra, por los recuerdos. Y me gustaría ver que esto se puede hacer sin que los mandados nos tapen la boca.

Ya ves que he dormido un poquito, o por lo menos he descansado.

Un abrazo, tio grande. No sé si mis huesecillos van a mantenerse después del achuchón del reencuentro.