Asomando a una ventana 2 El mes de Mayo era el mes de la Virgen, el mes de las flores. Todos los domingos en el rosario, recitábamos poesías, pero antes de entrar en la iglesia, el sacerdote, que esperaba en el portal paseando hasta que llegábamos los pequeños, nos sentaba a todos en fila y nos preguntaba el catecismo. Al que mejor lo supiera le ponía el primero. El mes de Octubre era el mes del Rosario. No se podía faltar. Los domingos había procesión por las eras con la Virgen y el pendón, y toda la gente cantando el rosario. Las misas eran siempre en latín. Los días de fiesta había volteo de campanas, como signo de la Iglesia del día de fiesta. Recuerdo oir a la gente mayor que una vez vinieron al pueblo unos gitanos. Robaron muchas cosas y les sacaron unas coplas de las que sólo recuerdo dos estrofas. Decían así: Por la huerta del tío Rojo vinieron unos gitanos empezaron a abrir cuadras y a registrar los establos... ...de camisas y calcetines llenaron medio costal, y después, de calzonzillos lo acabaron de llenar Entonces la ropa se ponía al verde, también por la noche, para que blanqueara con las heladas y de allí lo cogieron. |