Cebrones del Río - Leon

Cuando de niño le pregunté a mi madre que cual era el nombre real de Candi (me sonaba a candi candi), ella me respondió que su nombre era Cándido).
El autobús que hacía 2 veces al día el recorrido Cebrones – León y al revés…no era el coche de Cebrones sino que era el coche de Candi. No era algo que dijera yo o que se dijera en mi casa, sino que muchas familias lo llamaban así.
Te subías en aquel autocar setra seida con motor pegaso de color azul y blanco, a la 1 del mediodía o a las 6 de la tarde en León y, aproximadamente, una hora o una hora y 10 minutos más tarde, aterrizabas en Cebrones, delante de aquellas puertas verdes, precisamente las de la casa de Candi y te despedías de aquel Buen Hombre, que conducía el coche de línea y con quien llevabas desde Zotes o desde Villaestrigo charlando amigablemente porque desde allí, el coche ya solía venir prácticamente vacío.
Durante muchos años repetía semanalmente esta acción todos los veranos por vacaciones, ya que contaba con el privilegio de que me permitieran mis padres pasar unos días solo en nuestra casa del pueblo. El aprecio hacia este Hombre no solo era por formar parte del contexto de ir a pasármelo bien en libertad por vacaciones sino por estar ante una persona buena y afable.
No era extraño encontrártelo por el centro de León, en la oficina del Icona para sacarle la licencia de pesca a no sé quién…, en tráfico solucionando no sé qué a fulanito…o resolviendo otra cuestión para menganito….Mucha gente acudía a el para esas cuestiones, aparte de ser alguien que iba a León todos los días, lo que predominaba era ser una persona de confianza a la que le podías pedir este tipo de cosas.
Hace unos años, la compañía de autobuses más poderosa de España (y algo más..) adquirió la Empresa Ramos, en la que trabajaba nuestro Amigo y, según tengo entendido por decisión personal, optó por no continuar en la nueva era ALSA. A partir de entonces se dedicó a vivir disfrutando de la caza, los amigos, que si criar unas perdices o sabe Dios, qué pájaros que se veían en una jaula desde una ventana de su casa…, en fín, un merecido descanso después de tantos años de trabajo y de servicio.
Hace unos meses, de buenas a primeras, me entero de que algo no va bien en su salud. “Que si le han operado de la cadera”, decían…Más adelante se comentaba que estaba muy mal. Es verdad que desde hace más tiempo su aspecto había cambiado, cogió peso, se le veía que caminaba con más torpeza…no sé…Se podría pensar que era el fruto de una vida algo más sedentaria, aquello de la cadera, la edad (aunque no era demasiado mayor). Pero por unas cosas y por otras se fue a vivir a San Martín, con su familia. Hace cosa de un mes pasaba yo por allí, le pité y me dijo adiós con la mano. Sin llegar a creer en la gravedad de su estado, pensé: A ver cuando te volvemos a ver por Cebrones.
Últimamente veía pasar varias veces su flamante Land Rover Defender, color verde, por las inmediaciones, pero siempre con la decepción de ver que no era Candi quien lo manejaba.
El lunes, día 14 de julio de 2014, la enfermedad se lo lleva a la edad de 65 años. Esto pone fin a la vida de un profesional del motor y una persona muy apreciada por todos prácticamente. Un buen hombre.
La muerte, a la mayoría, siempre nos coge por sorpresa. Sabemos que más tarde o más temprano a todos nos toca y no distingue si has sido bueno o malo, si tienes más o si tienes menos…Pero no acabamos de acostumbrarnos. Nos agarramos a que después de esta vida, hay otra vida incluso mejor y eso a algunos les consuela.
Lo que si es verdad es que cuando se ha dejado una huella buena en los demás, de una forma o de otra, se sigue vivo a través del entrañable recuerdo.
Mi homenaje al Señor Cándido: espero que tengas un Buen Viaje y descansa en Paz. Ha sido un Placer conocerte.

Mi mas sincero pesame a la familia de Candi DEP.

No sé quien eres pero en cualquier caso te felicito por lo bien que has sabido describir las muchas virtudes de Candi, su buen hacer, su buena disposición,y su conducta servicial.
Efectivamente, creo que de todos era querido en el Pueblo y no creo que nadie tuviera la más mínima queja en cuanto a su conducta.
Le llegó la hora como a todos nos ha de llegar; efectivamente era aún joven pero así es el curso de la vida.
Ahora sólo nos queda recordarle con el cariño que supo granjearse entre todos sus conocidos. Descanse en Paz.

Me tomo el atrevimiento, dirigiéndome a ti, de animarte a que participes en el foro, que escribas lo que te parezca y cuando te parezca, pues sólo así podrá despertar del sueño que hace tiempo duerme. Hubo un tiempo en que la participación era abundante y se escribieron cosas interesantes pero ahora está muerto, tal vez como el mismo pueblo.1/5