Calzadilla de Los Hermanillos - Leon

Noviembre. Despacio, los días se consumen bajo la higuera dulce de laeternidad.

Noviembre. Vuelvo a la niñez oscura junto al barro. Sólo en el barro hay firmeza. En el barro siento el dolor mojado del otoño. Y las sombras-nubes ladrando en el horizonte sin memoria.

Noviembre. Sólo a mediodía algunos rayos de luz serena levantan la niebla en los corrales tapiados y las fechas no se oxidan.

Adios-loco de octubre. Noviembre ya no tiene los sonidos fugitivos de la música del señor Baudilio. Noviembre es un tambor ciego. Es vino en el jarro roto. Es la serenidad del humo en tranquilas chimeneas. Es el dolor como rocío. La soledad suprema en las alcobas vacías.

En noviembre son las calles de Calzadilla tango y coro de sombras largas y extrañas. Y pájaros sin dueño. Y mañanas agarduñadas. Sin fin las rosas.

Despacio, noviembre se consume como la cigueña en brazos de una torre gastada por los años.

Despacio, un bando de silenciosos fumareles protesta en una vieja palera de la fuente grande, y huye hasta otra palera, cerca de las Barreras.

Desde la tierra, un saludo. Siempre.