Calzadilla de Los Hermanillos - Leon

Nuevamente nuestros pasos de viajero por León nos llevan a la llanura: esta vez al mar de trigo y centeno, roble quejico y aldea de barro del Páramo de Payuelos

A veces los hombres tienen la absurda manía de bautizar las tierras y las comarcas sin haberlas pisado siquiera y sin conocerlas más que por unas lejanas y tópicas referencias.

No han hablado con sus gentes ni caminado por sus calles, ni -y esto es un error aún más grave-, probado sus comidas. Esto les pasa mucho a la gente que vive y respira en despachos cerrados, a seres ávidos por concretar, reunir y unificar, sin tiempo para detenerse en los detalles pequeños y en los rincones significativos, les pasa mucho a gobiernos, instituciones públicas, guías apresuradas y hasta a periódicos.

De otra forma no se entiende, pues, el hecho de que últimamente se llame «Tierra de Campos» a esa ancha y misteriosa mancha de tierra, que disfruta de la luz más espectacular del mundo, y que se extiende entre los ríos Esla y Cea.

Si uno pregunta a los paisanos de la zona, éstos le dirán que viven en Los Oteros, en Valmadrigal, en El Páramo, o también en el Páramo de Payuelos. Pero como ya hay otro Páramo al otro lado del Esla, pues se tiende a tirar de una comarca castellana grande y vecina, Campos, para cubrir y designar a estos pueblos leoneses que son «muy» leoneses en el sentido cultural del término, pues todos cuentan o han contado hasta hace poco con su concejo o junta vecinal y su gran pendón identificativo, tienen tierras comunales y hacenderas, son aficionados a la ganadería y al monte y su tamaño es pequeño o mediano, nada que ver con las grandes poblaciones vallisoletanas o palentinas, con varias iglesias en su seno y rodeadas de inmensos mares tan sólo de cereal.

Campos es lo que está más allá del Cea, y por ello quizá pueda decirse que Valderas, Grajal o Sahagún sí lo sean, aunque de ningún modo El Burgo Ranero, Calzadilla o Bercianos, que es la tierra a la que hoy nos dirigimos con ánimo calmado y paso lento pero constante.

Animamos al lector a recorrer estos campos de innegable vocación jacobea haciendo un «doble camino de Santiago», dos rutas históricas que la memoria de los pueblos ha conservado aunque la tendencia mayoritaria es seguir el itinerario denominado Francés.

El Camino Real o Francés procede de Sahagún, pasa por Calzada del Coto y Bercianos del Real Camino por su calle principal en dirección a Mansilla de las Mulas; pero la Calzada Romana o Vía Trajana se desvía en Calzada del Coto y pasa por Calzadilla de los Hermanillos dirigiéndose a Mansilla, donde ambos recorridos vuelven a unirse.

La ruta que hoy proponemos puede hacerse andando o en bicicleta y aúna estos dos caminos históricos: sale de Sahagún, con su Peregrina y sus imponentes iglesias mudéjares de san Tirso y San Lorenzo, sigue por Calzada del Coto (ermita de San Roque, iglesia de San Esteban), pasa a Bercianos, sede de innovadores y sorprendentes experimentos de land-art , y llega al Burgo Ranero.

De este gran hito jacobeo se pasa, hacia el Norte, a Calzadilla de los Hermanillos, con su ermita de la Virgen de los Dolores y su típica, serena y equilibrada arquitectura, como la de toda la zona, de adobe, tapial, teja y madera.

De Calzadilla pasamos a Calzada del Coto, y de ahí de nuevo a Sahagún; completando un paseo por una serie de aldeas que tienen mucho que ofrecer, y lo mejor de todo ello es su tranquilidad, lo apacible de sus campos, sus bosques de quejicos y sus rebaños bajo unos contrastes de luz absolutamente fascinantes.

EMILIO GANCEDO | TEXTO EMILIO GANCEDO | TEXTO.-08/08/2004
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