Al ataqueeee!! Venían bordeando el Esla por La Vega de Riaño, El cabo Fouchet y seis soldados “gabachos”. El cabo a caballo y la tropa a pie, llevando de ramal, cada uno una mula. A la sombra de “Cueto Castiello” está Cruz de Lario, con las cabras y con el encargo de avisar si se acercan tropas francesas hacia Anciles. Dos silbidos de Cruz fueron suficientes, para que en menos de cinco minutos se aprestaran los vecinos de Anciles a defender sus familias, sus haciendas y su honor. En esta ocasión las mujeres, los niños los más ancianos y el ganado pasaron enseguida por “Redilloso”, “La Fuentona”, y “La Boca de Redihorno” se los tragó y los dejó a resguardo. Mientras, en el pueblo, Ambrosio Fernández, Juan Antonio Fernández, Esteban Rodríguez, Paulo de la Riba, Tomás Fernández, Isidoro y Vicente Fernández, Manuel y Bernardo Rodríguez , Lázaro y Esteban Alonso, José Alonso, Micael Fernández, Manuel Alonso, Pepe y Feliciano de la Oceja, Baltasar Alonso, Simón Fernández, formaron las tropas de a pie, armados con podaderas, horcas, palos, hondas ….. y Manuel de Liébana y Domingo Rodríguez formaban nuestra caballería ligera, uno con una escopeta de la “fusié” toda remendada y el otro con un pistolón, más antiguo si cabe. Salieron todos por el camino de “El Caceve” y en “Las Covachinas” iniciaron el despliegue. Unos se dirigieron, cruzando por detrás de las ruinas de la ermita de S. Andres, hacia las veredas de “Los Horniellos”; el resto hacia la sombra de “Cueto Castiello” y con sorpresa ven ya a los franceses con intención de coger las veredas de “El Agua de Anciles” y por “La Posa de la Maderada” dirigirse a Anciles. Los de Anciles corrieron como galgos y se colocaron ventajosamente en lo alto de “Los Horniellos”. Le faltaban diez pasos a Fouchet y su tropa para entrar en el “Estrecho”y cuando el cabo miraba desconfiadamente hacia lo más alto de “Las Canalicas”, una certera pedrada en la “pochaca” lo apeó del caballo. Los franceses dispararon al aire y asustados gritaban: “Mondié”, “mondié”, como el cabo sangraba mucho y juraba más, asustados dieron media vuelta y por el mismo camino regresaron, pero ahora más de prisa. Ya casi divisaban “Infanzones”, cuando una nueva granizada de piedras les hizo esconderse detrás de un “morrillo” negro que había al lado del camino real; entre avellanales y salgueras, siguieron su huida hacia Pedrosa, donde estaba su cuartel. Todas las tropas de Anciles, bajaron hasta el “Rio grande” y allí detrás de aquel “morrillo” negro donde se habían guarnecido los franceses encontraron un gorro negro que en la huida se le cayó a un francés. El regreso a Anciles fue apoteósico, por la victoria conseguida. El gorro estuvo clavado en la “nogalona” que había en “la bolera”, durante muchos años y desde esa fecha conocimos aquel morrillo negro, con el nombre de “EL PEÑON DE EL SOMBRERO” Este año las tropas de Anciles nos reuniremos el día 2 de Agosto en la ermita de Quintanilla de Riaño, donde celebraremos Misa en honor de San Esteban y de la victoria contra los franceses. Después de procesionar al Santo y tomar “la parva”, daremos cuenta de nuestras comidas y bebidas, para luego disfrutar de la amena conversación, juegos y premios ya tradicionales. Baile en la plaza de , amenizada por……… El dia 3 a las doce haremos la ofrenda floral ante la columna de Anciles con la diana correspondiente, invitados por la junta vecinal.., Bolos solteros contra casados
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