Un berciano, un montañés y un leonés indómitos CENTENARIO DE LA CNT / La mitología leonesa Un berciano, un montañés y un leonés indómitos La historia del anarquismo español no se puede escribir sin estos tres leoneses F. Fernández / León Es evidente que un movimiento como el anarquista o un sindicato como la CNT no se puede sostener sólo en unas pocas personas, la base siempre ha de ser lo fundamental. Pero no es menos cierto que la historia se escribe con muchos nombres en negrita y en ese sentido no se puede entender la historia del anaquismo español sin hablar de tres leoneses: Buenaventura Durruti, Diego Abad de Santillán (Sinesio García en realidad) y Ángel Pestaña, un leonés del barrio de Santa Ana, un montañés de Reyero y un berciano de Santo Tomás de las Ollas, respectivamente. Claro que hay muchas más historias y nombres. Cómo olvidar a Salvador Robles, leonés de Fabero, que después de 14 años en la cárcel por participar en la famosa huelga de 1917 regresó a la ‘batalla’ en Barcelona siendo el alma de la revolución en pro del comunismo libertario; a Laurentino Tejerina, de Villamartín de Don Sancho, que huyó de casa siendo un niño por ser un hijo ‘sin padre’, que con 14 años ya trabajaba en la mina y después fue detenido y llevado a Áfricapor no presentarse a la mili, allí coincidió con Franco. Luchador infatigable, detenido por encontrarle folletos sediciosos, apareció muerto en Viloria, fue enterrado en secreto y obligaron a un hijo a desenterrarlo. Y tantos otros, Calixto López, Delfino Robles, El Toto o un nombre con resonancias casi míticas: Manuel Ramos Rueda, cuyo paradero fue un germen de numerosas leyendas urbanas, tantas como las temerarias historias que se le atribuían. |