Albares de la Ribera - Leon

SOCIEDAD / Árboles singulares de León
Romántico y legendario en tierras de Judas y Gil y Carrasco
La leyendas relacionadas con este árbol varían según las comarcas donde está


F. Fernández / Camplongo

Los árboles siempre han estado ligados a leyendas y tradiciones. Uno que se apellida ‘del amor’ no puede ser ajeno a esta realidad y son muchas las leyendas relacionadas con él.
La más extendida, y ya señalada, es que este árbol también recibe el nombre de Árbol de Judas pues una leyenda de aquellas tierras que fue en un árbol de esta especie en el que se quitó la vida. “Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó”. Y, añaden, algunas versiones, que “que su cuerpo cayó de cabeza y se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron”.
Es evidente que para que sus entrañas se derramen debería tratarse de un gran ejemplar, y el árbol del amor es de los que alcanza con frecuencia los veinte metros de altura.
Dicen los biólogos que éste árbol no es abundante en hispanoamérica, pero también allí protagoniza algunas leyendas, la más conocida es la de Zacatecas, en México. La protagonizan la joven (y rica Aralia) y Juanillo (el aguatero), un niño que trabajaba en la mina y al salir repartía agua con su burro, soñando con poder comprarle una joya a Aralia, su amor secreto, en cuya casa acababa el recorrido de aguatero (aguador) para poder hablar con ella y regar el árbol del jardín. A la joven ya le habían preparado el matrimonio con un militar francés, pero a la sombra de aquel árbol se produjo el milagro de que el amor pudo con el dinero, tenía que ser el árbol del amor.
Lo que es una evidencia es queeste árbol era el que más le gustaba al gran pintor francésClaude Monet, (París, 1.840) uno de los más admirados autores de paisajes de gran realismo y colorido.
Quienes no dudan en la estrecha relación entre la presencia de este árbol, las leyendas y el amor no olvidan que uno de los rincones de nuestra provincia en los que hay un ejemplar del árbol del amor es precisamente en Arganza, curiosamente el lugar elegido para que se desarrolle una de las grandes obras del prototipo de escritor romántico, el berciano Enrique Gil y Carrasco. Uno de los personajes de la novela ‘El Señor de Bembibre’ es la joven Beatriz, hija de los Señores de Arganza.
En la Cabrera no faltan leyendas de árboles, pero en la Tercia de Arbas, en Camplongo, acaba de morir una.