Albares de la Ribera - Leon

Sólo el ánimo permite olvidar el dolor de pies
El apoyo llega desde los pueblos más pequeños y las fuerzas en forma de platos típicos de la zona




Laura A. Oria / Astorga

Dieciséis horas después de dejarles a las puertas del polideportivo de Astorga para que descansaran, los doscientos mineros que protagonizan esta II Marcha Negra parecen otros. Las caras muestran los notables efectos del merecido descanso y la mayoría de los caminantes pasean por los alrededores del recinto donde han pasado la noche, parece que impacientes por ponerse de nuevo en camino.
Las cerca de 170 curas que tuvieron que realizar los voluntarios de la Cruz Roja desde su llegada a la capital maragata en la tarde del domingo, quedan en el olvido cuando hay que salir de nuevo a la carretera para reencontrarse con aquellos vecinos de Astorga que no dudan en acudir de nuevo a despedirles, y con aquellos que, emocionados, les esperan en San Justo de la Vega, de donde es Adrián, encargado de encabezar la marcha durante esta jornada. Allí recibió, junto a sus compañeros, los aplausos y ánimos de sus familiares y vecinos, algunos de los cuales se animaron incluso a entonar algunos cánticos para transmitirles fuerza “para lo que todavía les queda, que es mucho”, como manifestaba el entregado público.
Una muestra más de cariño que culminó en Hospital de Órbigo, donde fueron recibidos por el secretario general del PSOE en Castilla y León, Óscar López, y el teniente de alcalde de la localidad, Enrique Busto, par dar por concluida la que había sido la séptima etapa de esta dura marcha.
Fue la de ayer una jornada más relajada que las anteriores en cuanto a distancias se refiere, por constar de 17 kilómetros, aunque las subidas siguieron marcando el ritmo de unos mineros que pudieron disfrutar, como broche del día, de unas típicas sopas de truchas realizadas por una de las restauradoras más reconocidas de la localidad. Este ágape se completó con la puesta a disposición de los caminantes de las duchas del camping municipal y las dependencias del centro cívico Felicísimo González del Campillo y la Sociedad Recreativa de Jóvenes, para su descanso.