Albares de la Ribera - Leon

Otro minero abandona el encierro en Tremor

18/09/2010



El minero polaco de 55 años, Augustus (conocido por sus compañeros como Agustín o el «chispas», por su trabajo de electricista) tuvo que abandonar ayer el pozo Casares, en el que permanecía encerrado desde hace once días. Esta es la segunda baja desde que los catorce de Tremor iniciaran su encierro el 6 de septiembre. Tras notar por la mañana un fuerte dolor de espalda y, aunque sus compañeros le bajaron un colchón por la tarde, sobre las 22.30 horas se vio obligado a salir el pozo. Una ambulancia del 112 le trasladó al Hospital del Bierzo donde se realizó una inspección médica.

«Están un poco más desanimados porque la cosa se alarga, pero se mantienen fuertes de salud y espíritu», indicó ayer en la bocamina del pozo Casares Julio Crespo, que casi todos los días baja a 600 metros de profundidad y conversa con los trece mineros de Tremor encerrados desde el día 6. «Estamos algo cansados, pero sobre todo tenemos frío porque no metemos ninguna caloría. El cuerpo está un poco más flojo y cuando hay mucho follón te aturullas un poco», comentó Severino Álvarez, uno de los cuatro mineros que permanece en huelga de hambre desde el lunes en Ponferrada.

También en la bocamina de Tremor, como cada día, estaba Lucinda dos Anjos Tafula, la madre de José Luis Félix Tafula uno de los trece mineros encerrados en el pozo Casares. Allí, ante la bocamina exigió a los empresarios que cumplieran con el pago de los salarios y recordó que afuera se respira limpio, «pero abajo respiran carbón. Estoy preocupada por la salud de todos, que son como hermanos, porque el dinero sin salud no sirve».

Ayer Lukas Dziobka, otro de los polacos encerrados, celebró su 22 cumpleaños, desde fuera sus compañeros le bajaron una tarta y un «regalo sopresa».