PORTADA-FILANDON,--Las sorpresas de la Danza APUNTE Las sorpresas de la Danza 12/09/2010 ALFONSO GARCÍA Uno nunca acaba de recibir sorpresas. Tan cercanas con frecuencia, que sólo el lamento de no haber sabido antes de sus secretos o realidades es la reacción a tales descubrimientos. La curiosidad nunca establece límites. Y de la curiosidad, por tanto, nace el conocimiento o se descubren realidades que han crecido a la sombra de muchas miradas. Viene a cuento este asunto porque el pasado 19 de junio, y por razones que ahora nada importan, asistí en el Auditorio al XXI Festival Fin de Curso de la Escuela de Danza de León, que enhebró su propuesta en torno a El Mago de Oz . Un amplio elenco de participantes, desde niñas a jovencitas -“poca presencia, eso sí, aunque interesante, del género masculino- no sólo cumplieron muy dignamente con su papel, sino que en algún momento llegaron a la brillantez que alcanza la belleza y la emoción. Momentos en que la sorpresa, en fin, permitía vislumbrar un paso más allá de los sueños, en el ámbito de la profesionalidad posiblemente, en el del entusiasmo de quienes seguíamos el espectáculo, seguro. He descubierto no pocas sorpresas en los últimos tiempos. Sorpresas de las que suman y entusiasman. Y uno, soñador impenitente, propondría a la consideración de la ciudadanía la solidez de la cultura que por aquí palpita. Una propuesta generosa en los temas y enfoques, con amplio espacio cronológico y un consenso de voluntades y dineros. Porque sigue siendo curioso que León siga estando por descubrir por los propios leoneses, al margen de himnos y alharacas. Su realidad se conoce en otros ámbitos más que en los propios. Aquí el lamento y la queja tienen carta de naturaleza. Se lamentan, en general, de lo que hacen otros quienes nunca hacen nada. Nada. Y así nos va. |