BENEDETTI Quién hubiera dicho que estos poemas de otros iban a ser mios después de todo hay hombres que no fuí y sin embargo quise ser sino por una vida al menos por un rato o por un parpadeo en cambio hay hombres que fuí y ya no soy ni puedo ser y esto no siempre es un avance a veces es una tristeza hay deseos profundos y noratos que prolongué como coordenadas hay fantasías que me prometí y desgraciadamente no he cumplido y otroas que me cumpli sin prometérmelas hay rostros de verdad que alumbraron mis fábulas rostros que no ví más pero siguieron vigilandome desde la letra en que los puse hay fantasmas de carne otros de hueso también los hay de lumbre y corazón o sea cuerpos en pena almas en júbilo que ví o toqué o simplemente puse a secar a vivir a gozar a morirse pero además está lo que advertí de lejos yo también escuché una paloma que era de otros diluvios yo tambiém destrocé un paraíso que era de otras infancias yo tambiém gemí un sueño que era de otros amores Así pues desde este misterioso confín de la existencia los otros me ampararon como árboles con nidos o sin nidos poco importa no me dieron envidia sino frutos esos otros están aquí sus poemas son mentiras de a puño son verdades piadosas están aquí rodeándome juzgándome con las pobres palabras que les dí hombres que miran tierra y cielo y a través de la niebla o sin sus anteojos también a mi me miran con la pobre mirada que les dí son otros que están fuera de mi reino claro pero además estoy en ellos A veces tienen lo que nunca tuve a veces aman lo que quise amar a veces odian lo que estoy odiando de pronto me parecen lejanos tan remotos que me dan vértigo y melancolía y los veo minados por un duelo sin llanto y otras veces en cambio les presiento tan cerca que miro por sus ojos y toco por sus manos y cuando odian me agrego a su rencor y cuando aman me arrimo a su alegria quién hubiera dicho que estos poemas mios iban a ser de otros. Como árboles M.Benedetti |