Complementando el artículo que ayer subió Mercedes:
PATRIMONIO / Deterioro en Las Médulas
Alerta en el lago Sumido: los nenúfares se extinguen
La introducción ilegal del cangrejo rojo arrasa la especie acuática
Vista general del lago Sumido, donde el cangrejo americano ha impedido que esta primavera se desarrollen los nenúfares. DANIEL
Sheila Brey / Ponferrada
Un nuevo problema acecha a Las Médulas. A los graves problemas de coordinación en la gestión del paraje, los deterioros en las infraestructuras y abandono del entorno hay que sumar uno más.
Los nenúfares blancos que solían cubrir en el Lago Sumido, son, hoy en día, lamentablemente casi una especie en peligro de extinción. La introducción ilegal en sus aguas del cangrejo rojo de las marismas o americano, un crustáceo portador de un hongo causante de la afanomicosis, una enfermedad mortal para el cangrejo autóctono, pero a la que el crustáceo rojo es inmune, ha desencadenado una importante regresión en la calidad biológica de la laguna al alterar las condiciones de equilibrio existentes en el lago, reduciendo la diversidad y provocando que los nenúfares se encuentre en la actualidad casi extinta.
La Asociación de Hosteleros de Las Médulas alertó de esta situación al tiempo que reconoció que la Junta de Castilla y León trabaja ya para eliminar la presencia del cangrejo americano en estas aguas. Sin embargo, urgió celeridad a la Administración autonómica, ya que, según detalló el colectivo, los trabajos se están desarrollando muy despacio, y esta lentitud conlleva que se esté perdiendo uno de los reclamos más importantes de Las Médulas, un paraje que suele recibir la presencia de más de 70.000 turistas anuales, muchos de los cuales se acercan a visitar el lago atraídos por el encanto de esta planta autóctona, que suele dar sus primeras flores, de color blanco, en el mes de mayo o junio, y que permanece cubriendo las aguas hasta finales del mes de julio.
El cangrejo rojo de las marismas o americano, procedente del sur de Estados Unidos y del norte de México, es una especie que se expande rápidamente, constituyendo una plaga, no sólo por ser portador del hongo causante de la afanomicosis, sino porque es una especie muy agresiva, ecológicamente nociva para el ecosistema, los cultivos, las acequias y los canales de riego, y por su elevado potencial reproductor. Por todo ello, es tan necesaria su erradicación. Sin embargo, el jefe de la Sección de Vidas Silvestres II de la Junta en León, encargado de la Pesca, Francisco Javier Sancho, reconoció que la gran capacidad de recuperación que presenta esta especie dificulta su aniquilación.
En este sentido, explicó que los biólogos están realizando descastes, extracciones periódicas de ejemplares, con el fin de controlar la población de cangrejos y analizar el tipo de medidas que se pueden aplicar, en función de la capacidad de recuperación de esta especie, y sin perjudicar las condiciones naturales del lago. “La introducción de este crustáceo ha conllevado una pérdida de la biodiversidad, las aguas han dejado de ser trasparentes para volverse turbias, y esto ha provocado un deterioro biológico del propio lago, es decir, se ha empobrecido”, aseveró.
Sancho puntualizó que hay que eliminar a este crustáceo para que el lago pueda recuperar sus condiciones naturales, y así evitar la extinción de los nenúfares, pero que su exterminio tiene que realizarse sin incluir más componentes tóxicos que pueden acabar con la vida de los animales acuáticos, y que, por tanto, actualmente se trabaja con el fin de conseguir la solución idónea para dar ‘caza’ a este cangrejo sin dañar a otras especies.
El jefe de la Sección de Vidas Silvestres II también apuntó que por razones de gestión, no se considera oportuno abrir la pesca en esta zona. El fin de esta medida es evitar que estos crustáceos sean sacados de la laguna para ser reintroducidos en otros ecosistemas más amplios, en los que su control y erradicación sería más complicado. “Es un cangrejo ilegal y su pesca no se autoriza para que no puedan ser trasladados de un sitio a otro, dado que no suelen ser pescados con fines culinarios porque poseen una escasa calidad gastronómica”, afirmó.
Las multas por pescar en este territorio oscilan entre los 257,54 euros y los 996,96 euros y a ellas se suman la indemnización que se aplica en función del número de ejemplares capturados.