Ruego a quien correspoda, que reparen y conserven ese chozo, aunque hoy ya no tenga más utilidad que la de sacarle unas cuantas fotografías y comer la merienda a su lado. No creo que sea por lo que cueste sino por dejadez. Además, hoy seguro que todavía hay personas que saben como teitar con escobas que es como me parece está hecho.
Parémonos a pensar, cuántas personas habrán vivido en ese chozo, cuántas horas de soledad, de miedo, de pensamientos, de lágrimas, de carencias, quizás también de alegrías, en definitiva, vidas de subsistencia. Por todo ello deberían conservarlo como homenaje a todas esas personas, a todos esos pastores, que no hace más de quince años vivían en esas condiciones. Espero que esta reflexión no caiga en saco roto, y si las autoridades no lo hacen, que lo hagan los vecinos de este pueblo. Un día de campo con unas empanadas y una bota de vino y verán que día mas estupendo echan.
Un saludo.
Rio sil