Acebedo - Leon

Ha fallecido OVIDIO ALVAREZ, mí querido y apreciado primo, hombre de de extraordinaria nobleza y muchas facetas y habilidades que por destacar alguna, fué un especialista en el montage de tejados, andaba por ellos como un gato, también fué el que me enseñó a andar en bici cuando ÉL estaba haciendo la mili en Valladolid y yo estaba estudiando. Son muchos recuerdos que en estos momentos me duele y entristece recordarlos.
A toda la familia, permitirme sumarme a vuestro dolor y expresaros mí más sentido pésame.
Un abrazo.

Plácido

Conocida la noticia me uno al dolor de toda la familia, y a mi amigo Jandro le mando un abrazo especial.
Nino y familia

mala noticia que sin duda llena de tristeza a quien conocimos a VILLO, pues acabo de regresar del publin donde me pase los mejores dias del verano (del 2 al 20 de Octubre)y no parecia que esto pudiera suceder,
nosotros desde aqui nos unimos a toda su familia en este momento tan triste. un abrazo

pèpe alvarez

El río de la vida sigue se curso sin alterarse, las aguas se van llevando poco a poco a nuestros seres queridos… esta vez le ha tocado a Ovidio subirse en ese barco que ya no hace escalas, y aunque sus ganas de vivir le permitieron otras veces alcanzar de nuevo la orilla, esta vez la corriente pudo mas y se lo llevo para siempre…
Como dice Plácido, fue una persona muy polifacética, igual herraba, que ayudaba en el parto de una vaca, que fabricaba un mueble o armaba un tejado (unos cuantos de los tejados que persisten en Acebedo son obra suya)… es más, según tengo entendido fué unas de las persona que contribuyo a llevar el agua al pueblo.
Quienes le tratamos sabemos que era persona de trato amable y sonrisa fácil, trabajador como pocos y siempre dispuesto a echar una mano a quien lo necesitara… eso sí, despistado como nadie, era capaz de ir a arar y olvidar el arado. Le gustaba mucho ir al “baile”, recuerdo que solía decir en broma, que todos los años pelaba dos veces la barriga de tanto como bailaba con las mozas, por supuesto lo suyo era el baile “apretao”.También protagonizó alguna que otra travesura, como atravesar a nado, por simple diversión, el río “grande” en plena riada, con el consiguiente susto para todos al ver como lo arrastraba el agua… todos estas anécdotas se perderán para siempre en el tiempo cuando nosotros también nos perdamos, por eso las recuerdo aquí, para que pervivan un poco mas.
Emigró al pueblo vecino de Maraña para seguir con la labores del campo y después, como muchos otros, busco nuevos sueños en la ciudad de Madrid. Con el se va un poquito de historia de Acebedo y un poco de nosotros mismos, aunque bien es cierto, que siempre quedará algo de él en todos los que le conocimos… y mientras sea recordado, seguirá de alguna forma vivo.

Escribo estas palabras, desde el sentimiento que me produce ver que los entierros de hoy en día son muy “impersonales”, son casi entierros en serie, apenas si se menciona a la persona que nos ha dejado, son una mera repetición de rezos y letanías… prácticamente podría decirse que la misa o el mismo sermón vale para cualquiera, sin importar quien es realmente la persona a la que estamos dando nuestro ultimo adiós, solo cambian los asistentes, los cuales, siempre sentimos un gran pesar por la perdida de un familiar o de un amigo que nos deja.
Yo no quiero que este sea el caso de Ovidio y por esto le dedico estas frases, para intentar recordar con estas palabras la vida de una persona que se nos ha ido.
Mi más sentido pésame a todos sus familiares y amigos.

Lamento el fallecimiento de Ovidio y desde aqui envío un sincero y sentido pésame para toda la familia.
Un sentido abrazo.